El pasado 29 de marzo la senadora y presidenta de la Unión Demócrata Independiente, Jacqueline Van Rysselberghe, declaró en calidad de imputada ante los fiscales del denominado “Caso Asipes” que investigan posibles delitos de cohecho y fraude al fisco.

En su declaración, la gremialista intentó explicar los correos electrónicos -por los que está siendo investigada- que intercambió en 2014, cuando era presidenta de la Comisión de Pesca del Senado, con el presidente de la Asociación de Industriales Pesqueros del Bío Bío (Asipes), Luis Felipe Moncada. Además, se indagan eventuales aportes de la pesquera Camanchaca, (integrante de Asipes) a la campaña electoral de la parlamentaria en 2013.

Mientras JVR intercambiaba mensajes con Mondaca en 2014, se discutía en la mencionada Comisión realizar cambios a un proyecto de ley que traía beneficios a los pequeños pescadores artesanales para extraer jurel bajo la técnica de “línea de mano”, sin que se contara en la cuota anual, detalla La Tercera.

De acuerdo a lo declarado en el interrogatorio por la legisladora de la UDI, a su juicio, las modificaciones al proyecto de excepción para la pesca artesanal “no afectaba” directamente a la asociación gremial penquista, pues sólo incidía en los artesanales medianos, por lo que fue ella quien decidió tomar contacto con el líder de Asipes para ser asesorada, consigna el matutino.

“Para mí, el primer año de legisladora me hablaban en chino, entonces lo que hice fue, dada la confianza intelectual con Luis Felipe y dado que no le afectaba mayormente al sector industrial, salvo por el eventual colapso de la especie en caso de darse pesca ilegal, yo le preguntaba si era razonable lo que señalaban los armadores y si el riesgo que ellos veían de esta captura fuera de cuota global era efectivo”, dijo la senadora, en declaraciones citadas por el mencionado medio.

En esa línea, Van Rysselberghe agregó: “Luis Felipe me dijo que sí era un riesgo real y que ellos como industriales estaban dispuestos a regalar parte de su cuota a los artesanales chicos. Me parecía que él podía asesorarme, porque no les afectaba el proyecto. Yo conversé con Luis Felipe cuando se empezó a discutir el tema, a mí me tocaba presidir la comisión y quería saber de lo que se estaba hablando”.

¿Mondaca ordenó modificaciones a JVR?

La legisladora fue también consultada por la fiscal, María José Aguayo, sobre mails intercambiados en septiembre de 2014, donde el presidente de Asipes le hacía observaciones al proyecto como presentar una indicación para que la captura por “línea de mano” del jurel para el sector artesanal quedaran dentro de la cuota global.

Ante esto, la parlamentaria aseguró que dichos mensajes eran “la opinión que Luis Felipe tenía respecto del proyecto y que coincidía con lo que yo pensaba. Yo tenía confianza intelectual con él y normalmente le pedía opinión y viceversa”.

Sobre qué hizo con un documento adjunto que venía en los correos del timonel de Asipes, JVR respondió que se los pasó a su asesor, Alejandro Reyes. “Este documento me sirvió para entender el proyecto de mejor manera y tener argumentos que coincidían con lo que yo pensaba”, argumentó.

“Respecto de la indicación a enviar, me imagino que Luis Felipe sí me la envió. Las indicaciones llegaban de todos lados, de asesores de los parlamentarios de la comisión. El asesor legislativo que yo tenía, y considerando que este tema afectaba poco a la industria, requería tener otras opiniones”, afirmó también, detalla el rotativo.

En tanto, consultada por el tono en que Mondaca le “sugería” indicaciones, manifestó la timonel de la UDI que “es la forma en que se comunica, es así, pero no significa que esté dando una orden”, agregando que ella le advertía cuando no coincidía con él.

Requerida por eventuales otras indicaciones al proyecto recibidas desde otros sectores de la industria dijo que era “probable” que hubieran otros correos, pero no lo recordaba.

Por último, afirma La Tercera, la persecutora le mostró un documento de la asociación gremial pesquera del Bío Bío y le consultó si recibió o no $5 millones de Camamchaca. Entonces, la respuesta de Jacqueline fue: “No sé nada de esto, no conocía tampoco el documento”.