El 20 de febrero la normativa fue promulgada tras la aprobación del Congreso. Y el 1 de marzo publicada en el Diario Oficial. Pero de todos modos la discusión continuó entre las organización de seguridad vial y otras a favor de la implementación de la ley.

En el primer grupo se encuentra Alberto Escobar, gerente de movilidad de Automovil Club, quien es parte de las voces que espera se revierta la medida. “Al tener vidrios polarizados, o muy oscuros, impides la fiscalización visual. Es decir, no puedes ver si las personas vienen con cinturón de seguridad, por ejemplo”, explicó a El Mercurio.

“Se ha vendido como una norma de seguridad, pero no es así, y por eso se debe revertir. Distinto es poner una lamina protectora, que puede ser transparente, para que no te roben”, añadió.

Por su parte, Claudia Rodríguez, directora de No Chat, organización integrante del Consejo para la Sociedad Civil de transportes, remarcó que la oscuridad podría ser perjudicial ante un caso de accidente de tránsito donde el protagonista escape, ya que no se podrá “saber si es hombre o mujer”.

A contramano de ellos, William Ribas, vocero del movimiento Polarizado Legalizado, subrayó que “la norma debe establecer índices seguros de transparencia. Por ejemplo, el estandar internacional establece un 18% de transparencia para el vidrio de atrás y 45% en el de adelante“.

De acuerdo al matutino, la discusión en torno a la normativa podría darse en el Senado, donde la Comisión de Transportes comenzará a debatir un proyecto para modificar la Ley de Tránsito, en la cual se podría incluir un artículo para revertir el polarizado en los vidrios delanteros, y permitirlo sólo en los vidrios traseros, tal como ocurría antes del 20 de febrero.

Juan Pablo Letelier (PS), senador e integrante de dicha instancia parlamentaria, se mostró abierto a escuchar allí a las organizaciones que quieran exponer su postura. “Lo considero muy válido y me parece bien que pidan audiencia”, admitió.

Con todo, la implementación de la normativa ha registrado problemas en su aplicación, ya que el manual de operación para aplicar la ley, tras la promulgación, tiene un plazo de 120 días para ser elaborado.

De este modo, las plantas de Revisión Técnica siguen aplicando la ley antigua a la espera de una orden del Ministerio de Transportes. “No tenían ninguna instrucción para decir bajo qué parámetro rechazar o no el vehículo, por lo que tuve que sacar el polarizado”, acusó Julio Lazcano, quien tramitó su revisión en la planta de Vespucio con Santa Rosa, en Santiago.