Gobierno y oposición comenzaron formalmente la negociación por la reforma tributaria, acordando que la recaudación fiscal y la progresividad del sistema se tiene que mantener o aumentar.

Por cerca de una hora y media se extendió la reunión entre los diputados de la oposición que integran la comisión de Hacienda con el ministro Felipe Larraín, instancia inicial para destrabar la discusión de la reforma tributaria.

Habían ocho condiciones sobre la mesa por parte de la centroizquierda y al menos don consensos luego de esta cita: que el proyecto no disminuya la recaudación fiscal y que el sistema no sea regresivo.

Las formas para llegar a aquello serán parte de la conversación de equipos técnicos de los partidos con el gobierno, según indicó el diputado de la Democracia Cristiana, Pablo Lorenzini.

Si el gobierno insistía en que se votara la idea de legislar en enero, hoy cedió y asumió que será en marzo. Ha habido flexibilidad de todos, dijo el ministro de Hacienda, Felipe Larraín.

Los asistentes señalaron que el consenso es que la reforma debe recaudar más dinero para el fisco y que quienes ganan más paguen más, de manera progresiva. Cómo se logra aquello es parte de la negociación, afirmó el diputado independiente, Pepe Auth.

La primera reunión técnica será a fines de esta semana o comienzo de la próxima con lo que resta de enero y todo febrero para ver si se llega a un acuerdo.