Este jueves, la Justicia de Malasia condenó a 2 años de cárcel a los chilenos Felipe Osiadacz y Fernando Candia por la muerte de un travesti en Kuala Lumpur, pese a que en un comienzo arriesgaban la pena de muerte vigente en aquél país y que se lleva a cabo por medio del ahorcamiento.

Lo anterior, luego que los imputados aceptaran la oferta de la fiscalía donde se rebajaba el cargo de homicidio a homicidio culposo.

En tanto, sumando los meses que ya han pasado privados de libertad, que son 15, los chilenos tendrán que cumplir recluidos desde ahora otros 9 meses más para volver al país, tiempo que se podría reducir a 1 mes en caso de que obtengan beneficios por buena conducta.

Las razones por las que, finalmente, los chilenos no fueron condenados a la horca, como se temía en un principio, las explicó el abogado y doctor en derecho penal, Marcelo Hadwa, señalando que “al recalificarse el delito de homicidio a homicidio culposo, se elimina el carácter intencional del hecho y, por tanto, se establece que no hubo dolo por parte de los responsables, es decir, se habría tratado de un accidente que se habría podido evitar por parte de los acusados”.

El abogado penalista agrega que este tipo de situaciones se dan en los procesos judiciales en todo el mundo, en que los acusados, pese a sentirse inocentes, se declaran culpable para no arriesgar una pena mayor.

“Los procesos penales, al igual que cualquier proceso humano, están sujetos a la posibilidad de fallar producto de nuestros errores. De ahí que, incluso sintiéndose inocentes, la carga que tiene sobre sus hombros la persona que es objeto del enjuiciamiento criminal es muy grande (…) Es difícil sustraerse a un ofrecimiento que asegure la libertad en el corto tiempo”, explica Hadwa, añadiendo que “a simple vista pareciera que todas las partes ganan”.

El jurista agregó que este tipo de ofrecimientos los realizan las fiscalías para lograr condenas en casos que sientes débiles y con altas posibilidades de perder. Asimismo, las familias de la víctimas no quedan con la sensación de impunidad y a su vez, el imputado asegura un resultado “no tan adverso”.

Por último, asegura que el acuerdo alcanzado entre la defensa y la fiscalía, “si bien evita el desgaste de un juicio largo, y asegura una pena más leve para los imputados, estos últimos perdieron la oportunidad, seguramente por la presión, de ser absueltos en juicio en caso de ser realmente inocentes, tal como, por lo demás, lo ha manifestado su defensa durante todo el proceso”.

En resumen, las salidas alternativas a procesos judiciales se producen debido a la complejidad en ciertos casos, donde por la existencia de pruebas que se contraponen o por la ausencia de ellas, se privilegia una opción que deja a todas las partes “contentas”.