En diferentes ciudades de Chile han llegado servicios de reparto externos que llevan encomiendas de un lugar a otro, principalmente en moto y bicicleta. El creciente aumento de estos conductores activó las alarmas de la nueva Ley de Convivencia Vial, vigente desde el domingo 11 de noviembre.

No obstante, el constante aumento de trabajadores en esta modalidad se ha transformado en una pesadilla para los demás usuarios del espacio público, sobre todo en la vereda, pues muchos repartidores no respetan la normativa vial y en ocasiones, han llegado a vulnerar a otros.

Tomás Echiburú, concejal de Providencia y arquitecto especialista en transporte, relató a BioBioChile un episodio con un motociclista de la empresa Uber Eats que atropelló a su pareja (que iba en bicicleta) mientras adelantaba a los demás vehículos, sin detenerse, ni prestarle auxilio posteriormente.

El relato de Echiburú no dista de otras experiencias. Algunos peatones denuncian que los motociclistas “invaden” las veredas, estacionándose en los puntos más solicitados y que los ciclistas hacen sus repartos por las aceras.

A su vez, ciclistas denuncian que las motos circulan por las ciclovías y otros conductores se quejan de aquellos que circulan contra el tránsito en la calzada.

Alberto Escobar gerente de movilidad del Automóvil Club de Chile, indicó a El Mercurio que el 80% de las motocicletas en Chile se ocupa para delivery, de un total de casi 90 mil que hay, tras una alza de 118% en los últimos diez años.

¿Qué los lleva a infringir la ley?

Muchas veces, la premura y la presión de las entregas llevan a estos trabajadores a circular de manera imprudente en la vía pública. Ahorrar tiempo por una vereda, una ciclovía o contra el tránsito parece una opción viable para cumplir con los tiempos que establece la empresa. Un “incentivo perverso”, según Escobar.

Otras veces, ocurre simplemente por desconocimiento de las normas o por desinterés en respetar a otros usuarios.

No obstante, la nueva Ley de Convivencia de Modos es un freno a la deriva en la que se movían los conductores de estas firmas como Rappi, Uber Eats, Glovo o PedidosYa.

Para Echiburú, falta regulación en general. “Estas empresas llegan, se instalan y no se hacen cargo de todas las externalidades que producen (…) Nadie asegura de que esas personas tengan conocimientos mínimos del tránsito. Te pasan una mochila, tomas tu bicicleta y sales a repartir”.

Ricardo Hurtubia, ingeniero en transporte e investigador del Cedeus UC, sugiere que las multas cursadas a trabajadores de reparto, sean directamente traspasadas a las empresas. “Así, éstas comenzarían rápidamente a castigar a los repartidores que infrinjan la ley”, señaló a El Mercurio.

Capacitación y sanciones

Jordi Suárez, gerente general de Uber Eats Chile, señaló que comenzaron una campaña para informar a sus “socios repartidores” la modificación a la Ley de Tránsito. Así, Suárez aseguró que a quien infrinja la ley, se le desactivará la cuenta.

Desde PedidosYa indicaron que se envió un comunicado a los repartidores “con los puntos más importantes de la nueva normativa” y que a los nuevos se les capacita con esta información actualizada. Además, sostuvieron que tienen fiscalizadores en terreno.

Los trabajadores de Glovo también recibieron un correo informativo y “entrenamiento formal”. “Antes se les decía que eran buenas maneras de hacer las cosas, ahora sólo cambia que explicitamos lo que tienen que hacer por ley“, afirmó Willem Schol, country manager de la empresa.

No obstante a sus críticas, Echiburú recalcó que no toda la responsabilidad recae en las empresas, sino a las exigencias legales para con estas plataformas.

El Estado ha hecho vista gorda con estas empresas como Uber, Mobike, Rappi, Uber Eats… que no son muy distintas, se aprovechan de un vacío legal. El Estado no parece tener mucho interés. Espero que de una vez por todas se pongan las pilas; tienen que poner exigencias, o van a tener que empezar a fiscalizar y sacarlos de circulación”, concluyó el concejal.

@maurokmartella | Twitter
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