Más 700 taxistas participaron ayer lunes de un paro para manifestar su descontento con las aplicaciones Uber y Cabify y por el proyecto de ley que presentó el Gobierno para regularlas. Piden, entre otras cosas, que se regulen los precios.

La iniciativa presentada por el Ejecutivo establece algunas exigencias para los conductores de esas plataformas -como licencia profesional A1, una hoja de vida con sus antecedentes personales, revisión técnica cada seis meses para los vehículos-, pero evita fijar un límite a la flota y deja esa regulación al mercado.

Durante la movilización, Luis Reyes, presidente de la Confederación Nacional de Taxistas de Chile, pidió que se regulen las plataformas tecnológicas para los servicios que ya están debidamente autorizados.

Mientras se desarrollaba el paro, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, recibió a algunos dirigentes de los taxistas.

Tras ello, la secretaria de Estado afirmó que estas marchas muestran que la competencia molesta en algunos sectores.

El gremio, además, exigió control de precios a las aplicaciones, para competir en igualdad de condiciones debido a que, acusaron, ven mermadas sus ganancias a raíz de la perdida de clientes y la rebaja de precios de aplicaciones como Uber o Cabify.