El Arzobispado de Santiago mantiene hermetismo un día después de conocerse la autodenuncia por abusos sexuales del canciller de la curia Óscar Muñoz Toledo.

Este se estima como el caso más grave de los últimos tiempos, debido al rango del sacerdote. Además, sus víctimas habrían sido parte de su propia familia, la cual -según informó El Mercurio- lo habrían encarado poco antes de que el religioso se autodenunciara.

Más aún, el presbítero Óscar Muñoz era el encargado de recibir las denuncias en el Arzobispado de Santiago y actuar como ministro de fe respecto de ellas, guardando también toda la documentación al respecto. Su posición le significaba ser asesor directo del cardenal Ricardo Ezzati.

Muñoz, por ejemplo, tomó declaraciones a víctimas de Fernando Karadima y así lo recordó una de ellas. “Impresionante la caradura –por decirlo suave– este nos tomaba declaración y después no pasaba nada. Que impotencia y rabia”, indicó a través de su cuenta en Twitter Juan Carlos Cruz.

La noche del jueves el Arzobispado emitió un breve comunicado, asegurando que se implementaron medidas cautelares, siendo -Muñoz-relevado de sus cargos de Canciller de la Curia y párroco, prohibiéndosele –además- el ejercicio público del ministerio sacerdotal. Agregaron que una vez concluida la correspondiente investigación previa, el expediente fue enviado a la Santa Sede.

Este viernes, en cambio,la instancia ha sido hermética, sin querer afrontar el caso.

Todo los antecedentes señalados, ya serían de conocimiento del Papa tras reunirse con los obispos chilenos en Roma. Este nuevo dato siembra nuevas dudas respecto de la decisión que tomará Francisco, ahora que la alta jerarquía está evidentemente involucrada.

Encubrimiento sistemático

Una de las víctimas de los abusos de parte de la Congregación Marista, Jaime Concha, en entrevista con Expreso Bío Bío, dijo que este caso confirma los sistemáticos encubrimientos de estos casos por parte de la iglesia.

“Lamentable, dolorosa, vergonzosa, confirma lo que los denunciantes hemos dicho, que había existido encubrimiento sistemático de parte de la jerarquía”, lamentó.

Jaime Escobar, editor de la revista reflexión y Liberación, dijo también a Radio bío Bío que faltaría que exploten casos en San Felipe y Chillán, que podrían ser de estas dimensiones o mayor. “Falta lo de la Diócesis de de Chillán, que va a ser tanto o más encadaloso que estos últimos casos”, advirtió.

Villa Prat

En tanto, las acusaciones del sacerdote de Villa Prat, Sergio Díaz, provocaron que el Ministerio Público local abra una investigación. Para esto, el fiscal regional del Maule, Mauricio Richards, designó al fiscal de Talca, Gonzalo Pino.

Se tomarán declaraciones a los obispos de la región, Horacio Valenzuela de Talca y Tomislav Koljatic de Linares, ambos formados por Fernando Karadima.