El obispo de San Bernardo, Juan Ignacio González, y el obispo auxiliar de Santiago, Fernando Ramos, realizaron una conferencia de prensa en Roma en la previa de su reunión con el papa Francisco agendada para este martes, a la que fueron citados para abordar los alcances del caso Karadima.

Tras ser consultado frente a la idea de sumarse al perdón del Papa, este último señaló que “atender al dolor de las víctimas es un imperativo moral para nosotros muy grande (…) tenemos disponibilidad para pedir perdón, pero que ese perdón sea realmente reparador”.

En tanto, González señaló que no depende de ellos la posibilidad que algunos obispos vinculados más de cerca a casos de abuso o encubrimiento salgan de sus cargos, aunque admitió que aquello podría pasar, “pero no depende de nosotros. Cada uno tiene que discernir con el Papa”.

“Es posible que el Papa tenga más antecedentes que nosotros”, señaló, debido a que muchas organizaciones remiten directamente a la Santa Sede, al mismo tiempo que reconoció que están abiertos a mejorar.

Asimismo, frente a la posibilidad que en torno a 10 obispos dejen sus cargos, recalcó que “el nombramiento o destitución es una cosa que depende del Papa”.

Por su parte, ante el malestar de las víctimas, enfatizó en que “si este problema persiste, si persiste al menos el dolor y la molestia de algunas víctimas, quiere decir evidentemente que no hemos hecho bien nuestro trabajo y que tenemos que mejorarlo“, al mismo tiempo que reconoció errores en el proceso al afrontar los temas de abusos, debido a que en la Iglesia no estaban preparados para enfrentar ese tipo de problemas.

De este modo, los obispos del clero chileno, citados a un encuentro con el líder de la Iglesia Católica este martes, se preparan para las definiciones y decisiones que probablemente acarreará la cita en el Vaticano.