Tras la derrota de Alejandro Guillier en la elecciones presidenciales, una serie de “mea culpas” se han realizado en la Nueva Mayoría con el objetivo de explicar lo sucedido en el balotaje y analizar responsabilidades; proyectando mejoras para el futuro.

Guillier fue uno de los que se atribuyó mayor responsabilidad por los resultados y anunció un rol de primera línea en la rearticulación de la centroizquierda.

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En tanto, los “mea culpas” han demorado un poco más desde los partidos de la Nueva Mayoría.

Las colectividades, por separado, iniciaron el camino a los balances y el presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, anunció que su partido promoverá el diálogo con todos.

Por su parte, el diputado Juan Luis Castro resaltó que la Nueva Mayoría se extinguió.

En tanto, la Democracia Cristiana (DC) es uno de los partidos más golpeados dentro de la coalición.

Desde antes de la elección, la falange ha estado atravesando una dura crisis y fragmentación, por lo que antes de analizar los posibles acuerdos con otros, la DC prefirió aunarse.

El Consejo Nacional citó a una junta los días 27 y 28 de enero en 2018, donde la mesa quiere promover, según la presidenta interina Myriam Verdugo, que se reactive el congreso ideológico para revisar las bases del partido.

Mientras, el diputado disidente, Víctor Torres, desestimó que los electores de la DC votaran por Sebastián Piñera.

El demócratacristiano Gutenberg Martínez, en tanto, catalogó de “sorpresón” los resultados.