La disidencia de la Democracia Cristiana llamó al partido a dejar de jugar el rol del “taimado”, ante la decisión de la mesa de restarse de reuniones de coordinación con el Gobierno. El jefe de bancada de diputados, Fuad Chahín, acusó intervencionismo de La Moneda, tras la reunión de ministros DC ayer con los disidentes.

Si bien de forma transversal en la Democracia Cristiana valoraron el anuncio de un pronto cambio de gabinete y otras autoridades, del que esperan desprender un cambio de trato con los partidos, continúan las diferencias internas de la colectividad por la decisión de la directiva de restarse de las reuniones de coordinación con La Moneda.

Tanto es así que ayer parte de la disidencia del partido se reunió con los ministros DC Ximena Rincón y Alberto Undurraga, para intentar bajar la tensión con el Ejecutivo.

Una de las que participó de ese encuentro, y quien es parte de la directiva democratacristiana, la diputada Yasna Provoste, llamó a priorizar el diálogo y no distraer la atención con este tipo de medidas de sus compañeros de mesa.

Más duro fue el diputado Gabriel Silber, quien consideró que la Democracia Cristiana no puede seguir siendo el gran taimado del oficialismo, y dijo esperar que en el consejo nacional extraordinario de mañana, el tono cambie.

La reunión de ayer entre los ministros y la disidencia generó molestia. El jefe de bancada de los diputados, Fuad Chahín, acusó derechamente intervencionismo desde La Moneda, y pidió al Gobierno preocuparse de sus problemas, que, dijo, son varios.

En entrevista con Expreso Bío Bío, el exministro Andrés Velasco, se preguntó si ésta será una pataleta más de la DC, o si esta vez tomará cartas en el asunto.

La disidencia DC espera mañana promover un cambio de tono por parte de la colectividad, en el consejo extraordinario democratacristiano, que se realizará a las 15:00 horas en la sede partidaria.