En el marco de la Conferencia ONU Hábitat, las Naciones Unidas hizo público el Reporte de las Ciudades del Mundo 2016 de la ONU, ubicando a Chile como uno de los países más urbanizados de América Latina, con un nivel de 89,5%, cifra que supera la media del Cono Sur, ubicada en 83,3%.

El mismo estudio, prevé que para el año 2025, la cifra de urbanidad -población del país que vive en ciudades- en nuestro país supere el 90%. Sin embargo, un experto consultado advierte que Chile todavía tiene un déficit de planificación.

El investigador del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable (Cedeus) y académico de Geografía de Universidad Católica, Francisco de la Barrera, asegura que, en general, la urbanización en la región es alta, según consigna La Tercera.

Según el especialistas, la búsqueda de un techo a pasado a ser algo secundario por lo que en las ciudades se concentran la búsqueda de oportunidades o acceso a más mejores y mejores servicios.

“Las ciudades que son demasiado grandes y que no logran constituirse como ciudades funcionales, en términos de buenos sistemas de transportes, por ejemplo, se convierte en focos de problema de segundo orden”, dice De la Barrera.

La migración campo-ciudad no es la mayor preocupación sino poder ofrecer una real mejoría en la calidad de la vida de los habitantes de la región, este es un tema que ocupa a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), ya que se calcula que la ubanización en el mundo, que va en 58,8%, se calcula que ascienda para 2025 en 62,3%

“Los beneficios que las ciudades reportan al desarrollo, como las economías de escala, la proximidad de los factores de producción y el intercambio de ideas y de innovación, se ven limitados por externalidades negativas relacionadas con la débil planificación del crecimiento urbano y por desafíos estructurales de la región, como la baja productividad, la informalidad laboral y la falta de inversión en infraestructura y conocimiento”, dijo Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal.

Para este organismo, en la región, el 79,5% de la población vive en áreas urbanas.

De La Barrera no encuentra positivo el avance en urbanización, esto debido a que, a su juicio, Chile todavía tiene un déficit de planificación, después de los 30 años de desorden desde 1980.

“Desde el 80 hubo un desorden, un crecimiento de tipo residencial sin servicios, fue brutal, la periferia quedó desprovista y ahora se está intentando revertir esta política”, aseguró el especialista.

El tema planteado por De la Barrera fue debatido en la cumbre de la ONU de ayer, a cargo de la ministra de Vivienda y Urbanismo Paulina Saball.

En el marco de la discusión que llevó por nombre “Vivienda adecuada y asequible”, la ministra Saball representó el panel internacional, desde donde explicó las principales transformaciones que ha vivido el país en materia habitacional desde los 90, cuando en una primera etapa la acción estaba focalizada en solucionar el déficit viviendas, hasta 2006, cuando comienza un enfoque asociado a su mejoramiento.

“Nuestro mayor desafío es que la vivienda social deje de ser un lugar donde se aísla a los sectores más vulnerables que requieren el apoyo del Estado, para ser un lugar donde habitan personas con derechos”, dijo Saball.