En su último compromiso público como primera ministra, una visita al asentamiento maorí de Ratana, en la Isla Norte, dijo que "odiaría" que su salida fuera vista como "un comentario negativo sobre Nueva Zelanda".

La hasta hoy jefa de gobierno de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, dijo sentirse agradecida hacia su país en su último discurso oficial como primera ministra este martes, expresando que la abrumadora mayoría de los neozelandeses le mostró su “amor, empatía y amabilidad”.

Así lo expresó la mujer de 42 años en un evento maorí en honor a Tahupotiki Wiremu Ratana, el fundador de un movimiento religioso y político en la nación del Pacífico.

Agradeció al pueblo de Nueva Zelanda desde el fondo de su corazón por “el mayor privilegio de mi vida”. “Me voy con un sentimiento de gratitud por haber ocupado esta maravillosa función durante tantos años”, dijo a la prensa desde la cuna de uno de los movimientos políticos indígenas más influyentes del país.

Ardern dijo que no tenía previsto hablar en este acto, pero los asistentes no le dejaron otra opción. “Quiero que ustedes sepan que mi abrumadora experiencia en este trabajo, de Nueva Zelanda y neozelandeses, ha sido una de amor, empatía y amabilidad”, aseguró al mencionar las “discusiones” sobre las razones para su renuncia, y agregó: “Eso es lo que la mayoría de Nueva Zelanda me ha demostrado”.

En la oportunidad, negó que la causa de su dimisión fuera el acoso y las críticas sufridas a través de las redes sociales. “Quiero que sepan que me voy con un mayor amor y afecto por Aotearoa [nombre del país en maorí] Nueva Zelanda y su gente que cuando empecé”, sostuvo, añadiendo que “odiaría” que su salida fuera vista como “un comentario negativo” sobre el país.

La política anunció la semana pasada que dimitiría, que ya no tenía “energía”, que no le quedaba “combustible en el tanque”, después de cinco tumultuosos años al frente del gobierno, en los que lideró el país durante desastres naturales, su peor ataque terrorista y la pandemia del COVID-19.

“Estoy lista para ser muchas cosas”, dijo sin embargo hoy. “Estoy lista para ser una diputada en segunda fila. Estoy lista para ser una hermana y una madre”, añadió. Su hija Neve tiene 4 años y comienza la escuela en junio.

Ardern se enfrentó a los medios de comunicación posiblemente por última vez como primera ministra, sonriendo ampliamente mientras se negaba a responder preguntas políticas, diciendo que ahora eran responsabilidad de su sucesor.

Chris Hipkins, el que fuera ministro encargado de manejar la pandemia en el país, fue la única persona nominada para asumir el cargo de líder del Partido Laborista y la sustituirá al frente del gobierno del país a partir de mañana miércoles. Ardern dijo estar segura de que será un “primer ministro maravilloso”.