Australia ampliará otros tres meses, hasta el 17 de junio, el cierre de sus fronteras para mantener el coronavirus a raya, tras un año aislada.

El ministro de Salud, Greg Hunt, dijo que las autoridades sanitarias habían aconsejado al gobierno que la “situación en el extranjero del COVID-19 sigue generando un riesgo inaceptable de salud pública en Australia, por la emergencia de variantes más contagiosas”.

Como resultado, los controles fronterizos se mantendrán hasta el 17 de junio, anunció el martes.

Australia cerró sus fronteras a principios de la pandemia a los ciudadanos extranjeros salvo casos especiales e impuso máximos semanales al número de nacionales que deseaban regresar, lo que dejó varados a decenas de miles en el extranjero.

Los viajeros que entran al país deben gastar miles de dólares para observar 14 días de cuarentena en hoteles a su llegada al país.

Australia ha sido bastante exitosa en contener la propagación del COVID-19, con menos de 29.000 casos en una población de 25 millones y escasas restricciones en la actualidad.