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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La Guardia Suiza que protege al Papa Francisco, de 88 años, se encuentra ensayando el protocolo del funeral y entierro del pontífice, preparándose para ese momento, según el periódico suizo Blick. Aunque voceros de la Guardia Suiza rechazaron esta información, confirmaron que están trabajando bajo un "toque de queda". Tras el diagnóstico de doble neumonía del Papa, surgieron especulaciones sobre su salud, incluyendo falsos reportes de su muerte en redes sociales. A pesar de esto, el Vaticano señaló que Francisco está respirando por sí solo y manteniendo la calma.

La Guardia Suiza que protege al Papa Francisco, de 88 años, está ensayando el protocolo del funeral y el entierro del pontífice, y sus miembros se “están preparando para la muerte del pontífice”, afirmó el periódico suizo Blick.

La noticia fue rechazada por voceros de la Guardia Suiza, que sin embargo informaron que los integrantes de esta fuerza están trabajando bajo “toque de queda”.

El diagnóstico de doble neumonía provocó una alarma generalizada sobre la salud del papa argentino, después de una serie de problemas en los últimos años, desde cirugía de colon y hernia hasta problemas para caminar.

La preocupación por la salud del Para Francisco

Pero en medio de muchas especulaciones en línea, incluidos informes sobre su supuesta muerte, el Vaticano emitió un boletín este miércoles diciendo que había pasado una “noche tranquila” en la suite papal del policlínico romano Gemelli y había desayunado.

“El Papa está respirando por sí solo. Su corazón aguanta muy bien”, dijo un representante del Vaticano, que explicó que el pontífice estuvo hablando con amigos por teléfono, se levantó de la cama y se sentó en una silla, y trabajando intermitentemente.

El papa respira sin asistencia mecánica, pero no se descarta que la utilice, por momentos. La neumonía bilateral que sufre representa “ciertamente un cuadro difícil”, explicó Andrea Ungar, profesor de geriatría de la Universidad de Florencia.

El cardenal italiano Angelo Comastri habló en declaraciones a la emisora italiana ​​Rai sobre el estado del Papa diciendo: “Francisco está muy tranquilo. Su timón está en manos del Señor”.

Sin embargo, dos personas cercanas al pontífice afirmaron recientemente que Francisco les dijo que “podría no lograrlo esta vez”, según un informe de Politico.

Falsas informaciones

La inquietud sobre la salud de Francisco fue en aumento tras la difusión de falsas informaciones en las redes sociales, sobre todo en X, que reportaban la muerte del papa en varios idiomas.

Tras su ingreso el viernes, la Santa Sede canceló sus compromisos oficiales hasta el miércoles en un primer momento, pero el martes anunció la anulación de su audiencia jubilar del sábado y precisó que el papa tampoco presidirá la misa del domingo.

Pese a los reiterados problemas de salud de los últimos años, entre ellos de cadera, dolores en la rodilla que le obligan a ir en silla de ruedas, operaciones o infecciones respiratorias, Bergoglio mantuvo una cargada agenda y declaró que no tiene intención de bajar el ritmo. Sus médicos insisten en que tendría que frenar un poco sus actividades.

La hospitalización, la cuarta en menos de cuatro años, reeditó el debate sobre su salud, especialmente porque su ingreso llega al inicio del año jubilar de la Iglesia católica, lo que implica una larga lista de eventos, muchos de ellos presididos por el papa.

Francisco aprovechó las últimas semanas para “atar cabos sueltos” de su papado y preparar sus funerales

Según el teólogo jesuita Antonio Spadaro, cercano al papa, Francisco podría estar hospitalizado entre dos y tres semanas.

“Está claro que la situación es delicada, pero no vi ninguna forma de alarmismo”, declaró al diario Il Corriere della Sera. El papa “tiene una energía vital extraordinaria. No es alguien que se descuide, no es un hombre resignado”.

Pese a su salud, Francisco prefiere seguir muy activo, sin aligerar su cargada agenda incluso después de haber cumplido 88 años. En septiembre de 2024 realizó una gira de 12 días por cuatro países de Asia y Oceanía, el mayor viaje de su papado en duración y distancia.

Desde su elección, el jesuita dejó siempre abierta la opción de dimitir en el caso de que su salud le impidiera seguir desempeñando sus funciones, como hizo su antecesor, Benedicto XVI, el primer papa desde la Edad Media en renunciar, alegando problemas de salud.

Pero en unas memorias publicadas el año pasado, Francisco dijo que era sólo una “posibilidad distante” que se justificaría sólo en el caso de “un impedimento físico grave”.