Este año Rusia invadió a su vecina Ucrania, la reina Isabel II murió y el Reino Unido vio dos cambios de gobierno en pocos meses, la inflación mundial alcanzó niveles récord, y la izquierda ganó terreno en la política latinoamericana mientras que la derecha se fortaleció en Europa. Todos sucesos que cambiaron la forma en que funciona el mundo, de cara a un incierto 2023.

La guerra en Ucrania

Quizás el evento que más sacudió al mundo fue la invasión de Rusia contra Ucrania, iniciando una guerra que aún sigue en curso. Ante los países de la OTAN que manifiestan su apoyo a Kiev y le proveen con arsenal y financiamiento, Vladimir Putin amenaza con usar su arsenal nuclear, y se dice dispuesto a emplear “todos los medios”.

El conflicto provoca el mayor flujo de refugiados en Europa desde el final de la Segunda Guerra Mundial, y cuesta la vida de miles de soldados y civiles. Desde que inició el conflicto, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski se vio catapultado como una figura de resistencia en la sociedad Occidental.

La primera gran señal de alerta llegó el 22 de febrero, cuando Rusia reconoció la independencia de las regiones separatistas del este de Ucrania, Donetsk y Lugansk, a lo que EEUU y la UE respondieron con duras sanciones económicas. Dos días después, la guerra comenzó, cuando las tropas rusas invadieron Ucrania desde todos los flancos y acercándose a Kiev, con el argumento de “desmilitarizar” el país vecino y defenderse de los “riesgos de seguridad”.

Desde ahí, el mundo siguió de cerca cada suceso.

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El 4 de marzo, Rusia tomó el control de la central atómica de Zaporiyia, la más grande del continente europeo, y el mismo mes miles de personas fueron detenidas en varias ciudades rusas por protestar contra la invasión. La situación se recrudeció el 4 de abril, tras descubrirse una masacre en Bucha, que dejó al menos 412 muertos tras la retirada rusa de dicha ciudad ucraniana.

Pese a que uno de los temores citados por el Kremlin en cuanto a los “riesgos de seguridad” era la posibilidad de que la OTAN se acerque a sus puertas incorporando a dicho país vecino, el 18 de mayo Suecia y Finlandia -ésta última siendo otra nación fronteriza con Rusia- solicitaron su ingreso en la Alianza Atlántica. Adicionalmente, la Unión Europea otorgó el 25 de junio a Ucrania y Moldavia el estatus de países candidatos.

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Buscando consolidar sus avances, el 24 de septiembre Rusia puso en marcha los referéndum de anexión en las regiones ocupadas de Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia, mientras que las tropas ucranianas comenzaban a recuperar terreno. Tras ello, los mapas rusos consideran oficialmente ese territorio como propio.

Uno de los momentos más simbólicos ocurrió el 8 de octubre, cuando una explosión destruyó parcialmente el puente sobre el estrecho de Kerch, el único que une Rusia y Crimea. Moscú respondió con misiles contra civiles en Kiev y otras ciudades, especialmente contra la infraestructura energética. Sin embargo, uno de los más tensos llegó el 15 de noviembre, cuando un misil cayó en Polonia haciendo temer que la OTAN se vea arrastrada a una guerra de imprevisibles consecuencias.

Sin embargo, finalmente se descartó invocar el mecanismo de defensa colectiva, tras concluirse que el proyectil fue lanzado por las defensas ucranianas y cayó por accidente en el territorio polaco.

Londres con nuevo rostro

Las altas cúpulas de poder del Reino Unido, cabeza de la Mancomunidad de Naciones y la quinta economía global, tuvo un año turbulento tanto en Downing Street como en el Palacio de Buckingham.

Por el lado de la realeza, el 13 de enero la reina Isabel II retiró todos sus títulos militares al príncipe Andrés, permitiendo que sea juzgado en los Estados Unidos por su presunta implicación en un escándalo de abuso sexual a una menor. Posteriormente, el 5 febrero, consolidó la sucesión del heredero -entonces Carlos de Inglaterra- en un comunicado en el que afirma que Camila Parker Bowles sea reconocida como reina consorte.

Tras ello, el 8 de septiembre, la monarca falleció a los 96 años, después de 70 años de reinado cumplidos apenas 3 meses antes. En consecuencia, Carlos III fue proclamado rey del Reino Unido y de la Mancomunidad, siendo su coronación programada para el 6 de mayo de 2023.

Paralelamente, el gobierno también vio renovado su rostro… dos veces. Asediado por escándalos y duras críticas a su gestión desde el seno del Partido Conservador, Boris Johnson dimitió el 7 de julio después de que 50 miembros de su ejecutivo renunciasen en protesta.

Se mantuvo en el cargo hasta que, el 5 de septiembre, Liz Truss fue elegida líder del Partido, posición que asumió al día siguiente, siendo la última mandataria en ser recibida por Isabel II.

Sin embargo, su mandato fue el más efímero de la historia del Reino Unido, y el 20 de octubre dimitió tras provocar una crisis política y financiera con su programa económico, cuando llevaba apenas mes y medio en el cargo. Su reemplazo fue elegido apenas cuatro días después, llegando así al poder el actual primer ministro, Rishi Sunak, el primer miembro de una minoría étnica, de raza no blanca, y el primer hindú en asumir la jefatura de gobierno.

Avance de la izquierda en Latinoamérica…

A nivel electoral, la izquierda latinoamericana avanzó significativamente en la región, comenzando desde que el 11 de marzo asumiera el presidente Gabriel Boric como presidente de Chile tras su victoria electoral en diciembre del año pasado.

Tras él, el 19 de junio Gustavo Petro resultó electo como el primer presidente izquierdista de Colombia, puesto que asumió el 7 de agosto, mientras que el 30 de octubre Lula da Silva fue elegido presidente de Brasil por estrecho margen sobre Jair Bolsonaro. Así, el antiguo mandatario volverá el 1 de enero al poder, siendo el 31 de diciembre el último día en el poder del líder ultraderechista.

Sin embargo, no todo fue victorias.

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Ya casi cerrando el año, el 6 de diciembre la vicepresidenta y expresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner fue condenada por corrupción a raíz del Caso Vialidad -sentencia a la que apelará-, pero el mayor impacto se sintió en Perú donde al día siguiente el entonces presidente Pedro Castillo intentó dar un autogolpe de Estado.

Fracasó, y fue arrestado por la policía, asumiendo el 8 de diciembre la presidencia Dina Boluarte, hasta entonces vicepresidenta del país.

Avanza la derecha dura en Europa

A diferencia de América Latina, en el “viejo continente” los ultraconservadores obtuvieron importantes éxitos en las elecciones legislativas de varios países, empezando por la cuarta victoria consecutiva del partido del líder nacionalista húngaro Viktor Orban en abril.

En Francia, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen logró un avance histórico en junio, y se convirtió en el primer partido de oposición en la Asamblea Nacional, donde el presidente Emmanuel Macron perdió la mayoría absoluta.

En Suecia, el partido nacionalista y antiinmigración Demócratas Suecos fue el gran vencedor de las elecciones legislativas de septiembre, de las que salió como la segunda fuerza política del país.

En Italia, tras la dimisión del primer ministro Mario Draghi, Giorgia Meloni logró una victoria histórica en septiembre con su partido posfascista Fratelli d’Italia, y en octubre asumió como jefa de gobierno. Meloni será así la primera mujer que encabezará el ejecutivo en la historia del país.

Los precios suben en todo el mundo

El alza inflacionaria, iniciada en 2021 por los problemas en las cadenas de suministro combinados con la fuerte demanda al calor de la recuperación pospandemia, se acelera en 2022 y alcanza niveles inéditos en décadas.

La inflación podría alcanzar el 8% en el cuarto trimestre en los países del G20, un lastre para el crecimiento, que además incrementa los costes de producción de las empresas.

La situación se ha visto acentuada por la guerra de Ucrania, que sumió a Europa en una profunda crisis energética. En respuesta a las sanciones occidentales, Moscú multiplicó las represalias, golpeando en especial en el punto flaco de la UE: su dependencia del gas ruso. Sus exportaciones de gas, en particular a Alemania e Italia, están en caída libre.

“La economía mundial está sufriendo la crisis energética más grave desde los años 1970”, destaca la OCDE.

La guerra también hizo subir los precios de los cereales, y por extensión los alimentos para los animales.

Para frenar la inflación, la Reserva Federal estadounidense subió con fuerza sus tipos de interés desde marzo, lo que encarece el crédito otro tanto. El Banco Central Europeo también endureció su política monetaria.

2022 deja un mundo sumido en la tensión

Este año trajo consigo también el 8 de julio el magnicidio del ex primer ministro de Japón, Shinzo Abe, a manos de un exmiembro del Ejército nipón durante un mitin electoral con una escopeta casera, mientras que el 1 de septiembre la vicepresidenta argentina Cristina Fernández sobrevivió a un intento de asesinato cuando el arma de su atacante se atascó.

Ambos atentados fueron captados en videos que dieron la vuelta al mundo.

En tanto, aparte de los temores vinculados a Rusia, en 2022 la amenaza nuclear estuvo estado omnipresente: la diplomacia se ha estancado con respecto al programa nuclear de Irán y Corea del Norte parece lista para una séptima prueba nuclear.

También en la región del oriente asiático, los miedos se concentran en Taiwán desde que el 2 de agosto la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, Nancy Pelosi, visitase la isla y provocara una crisis con China. Tres meses después, el 17 de noviembre Pelosi anunció el fin de su permanencia como líder demócrata en la cámara baja, donde representó a California por desde 1987.