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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Abogados de activistas de la Global Sumud Flotilla en Israel denuncian que detenidos, incluyendo pacientes con cáncer, enfermedades cardiacas e hipertensión, no reciben tratamientos médicos vitales y sufren condiciones inhumanas en la prisión de Ktziot. Reportan falta de comida, hacinamiento, maltratos, interrogatorios por personas no identificadas, violencia física, restricción de oraciones y acceso limitado a asesoramiento legal y contacto con familiares.

Los abogados que representan a los activistas de la Global Sumud Flotilla en Israel han denunciado que muchos de ellos no están recibiendo tratamientos médicos vitales y ha alertado que entre los detenidos hay pacientes con cáncer, enfermedades cardiacas e hipertensión.

“Hasta ayer se les ha negado el tratamiento médico y los medicamentos que necesitaban, incluidas prescripciones esenciales que podrían poner en peligro su vida tales como hipertensión, enfermedades cardiacas o cáncer”, explicó el grupo de abogados Adalah en un comunicado publicado este domingo.

Los abogados han podido visitar a más de 80 activistas y asistir a las vistas celebradas en la prisión de Ktziot, en pleno desierto del Néguev, y les han trasladado deficiencias en cuestiones como el agua o los alimentos.

De hecho, “algunos participantes no han recibido nada de comida” desde su detención en aguas internacionales entre el 1 y el 2 de octubre. “Están retenidos en celdas hacinadas y algunos han tenido que dormir en el suelo en condiciones insalubres”, explicó el grupo.

Denuncian abusos de Israel contra activistas de Flotilla

Algunos han sido interrogados por personas no identificadas y otros han relatado “maltratos y abusos” de los guardias de la prisión. Además, otros aseguran haber sufrido “violencia física” y al menos uno de ellos ha sufrido heridas en las manos.

Según reporta Europa Press, también les han vendado los ojos y han pasado largos periodos de tiempo esposados. Una mujer fue obligada a quitarse el hiyab y solo le dieron una camiseta como sustituto y otros han denunciado que les han restringido las oraciones.

Por otra parte, hasta 87 de los activistas no han podido tener asesoramiento legal y a otros no se les ha permitido contactar con sus familiares por teléfono.

Todas estas circunstancias constituyen “graves abusos” que suponen “claras violaciones de sus derechos conforme al Derecho Internacional”, denuncia el grupo Adalah, que se suman a los “maltratos” que atribuyen a los militares y policías que interceptaron los barcos de la flotilla en aguas internacionales.

Las fuerzas militares israelíes asaltaron entre el 1 y el 2 de octubre los más de 40 barcos de la Global Sumud Flotilla que trasladaba ayuda humanitaria así como a unos 500 activistas de decenas de países con la intención de llegar a la Franja de Gaza a pesar del bloque impuesto por Israel.