Mahmud Abás gobierna en zonas reducidas de Cisjordania ocupada a través de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y no tiene control sobre Gaza, desde donde fueron expulsados por Hamás.

El presidente palestino, Mahmud Abás, que gobierna en zonas reducidas de Cisjordania ocupada a través de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y no tiene control sobre Gaza, pidió hoy que acabe “la actual escalada israelí” contra la Franja en una llamada con el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken.

Abás “enfatizó la necesidad de detener la actual escalada israelí contra el pueblo palestino”, y aseguró que la raíz de la situación actual se debe “a las prácticas colonialistas” y las acciones de fuerzas israelíes, así como “la agresión” contra lugares islámicos como Al Aqsa.

“Es lo que advertimos, además del bloqueo del horizonte político” palestino que, según Abás, ha cronificado Israel, que “no empoderó” a los palestinos “con su derecho legítimo a la autodeterminación”.

Ante ello, alertó que “la falta de aplicación de resoluciones de legitimidad internacional” por parte de Israel y “la opresión a la que está expuesto el pueblo palestino es lo que está empujando las cosas hacia una explosión cuyas consecuencias nadie podrá soportar”, según informó la agencia oficial de noticias palestina Wafa.

El presidente palestino también conversó en una llamada con el presidente francés, Emmanuel Macron, a quien envió un mensaje similar.

La ANP que lidera Abás -deslegitimado a nivel interno y con una popularidad menguante en todos los territorios palestinos- es el único organismo reconocido por la comunidad internacional, Estados Unidos o la Unión Europea (UE), que lo ven como su principal socio e interlocutor entre los palestinos.

Sin embargo, la ANP y el partido que la encabeza, el oficialista Fatah, no tienen control y están enfrentados con Hamás en Gaza, quién les echó de la Franja por la fuerza en 2007, lo que generó una división entre facciones palestinas aún vigente.

Esto genera que la capacidad de intercesión de Abás y la ANP ante la situación actual en la región sea muy reducida, sin casi peso ni influencia, como en conflictos armados anteriores entre Israel y Hamás, donde los mediadores han sido Egipto, Catar o la ONU.