Un bombardero atribuido a Israel, el cual habría ocurrido en febrero pasado, dejó cientos de drones destruidos durante un ataque a una base en Irán.

Cientos de drones habrían sido destruidos en febrero en un bombardeo atribuido a Israel contra una instalación en la ciudad iraní de Kermanshá, un acto que habría estado detrás del ataque con misiles ejecutado el domingo por la Guardia Revolucionaria iraní contra supuestas bases del Mossad en la capital de la región semiautónoma del Kurdistán iraquí, Erbil.

Según las informaciones recogidas este martes por el diario israelí ‘Haaretz‘, que cita fuentes oficiales no especificadas, cientos de drones fueron destruidos en el ataque, que salió a la luz el domingo tras unas informaciones de la cadena de televisión libanesa Al Mayadín, vinculada al partido-milicia chií Hezbolá.

El Ejército de Israel, que ha llevado a cabo bombardeos contra objetivos iraníes y milicias respaldadas por Teherán en Siria durante los últimos años, no se ha pronunciado sobre estas informaciones. Las autoridades iraníes han apuntado a Israel como responsable.

Las informaciones de Al Mayadín apuntaban a que el ataque fue perpetrado por seis drones que habrían despegado del Kurdistán iraquí, lo que llevó a la Guardia Revolucionaria a lanzar misiles contra una zona cercana al consulado de Estados Unidos en Erbil, suceso que se saldó sin víctimas.

Las autoridades israelíes han denunciado en varias ocasiones que los drones iraníes suponen una amenaza para la región y altos cargos militares alertaron la semana pasada del “terrorismo con drones” por parte de Teherán, que describieron como una amenaza para todo el mundo.

Por su parte, las autoridades del Kurdistán iraquí convocaron el lunes al cónsul general de Irán en Erbil para protestar por el ataque y exigir que Teherán no use la región como “un campo de batalla para sus disputas”, tal y como ha recogido la cadena de televisión kurda Rudaw.

Así, el Ministerio de Exteriores de la región ha rechazado los “pretextos infundados, alejados de la realidad” para justificar este tipo de ataques, en referencia a las denuncias de la Guardia Revolucionaria iraní sobre la presencia de bases del Mossad en la zona.

En este sentido, ha indicado que estas acciones por parte de Irán “suponen una contradicción con los conceptos de relaciones de buena vecindad”, antes de recalcar que esperan mantener unas relaciones con Teherán “basadas en el respeto y el beneficio mutuo”.

El portavoz del Ministerio de Exteriores iraní, Said Jatibzadé, afirmó este lunes que Teherán no permitirá que se instale en territorio iraquí “un centro para actos de sabotaje y el despliegue de grupos terroristas en Irán, ya sea por parte de grupos contrarrevolucionarios o por parte del régimen sionista en la región”.

La Guardia Revolucionaria prometió la semana pasada que actuaría contra Israel por la muerte de dos de sus efectivos en un ataque aéreo sobre la capital siria, Damasco. El propio Jatibzadé denunció que el bombardeo contra Damasco fue de “un acto criminal que emana de la naturaleza agresiva, terrorista y de ocupación del régimen israelí”.