El servicio de inteligencia israelí rescató a "judíos etíopes" amenazados por el conflicto de Tigré en una operación secreta. Pero resultó que la mayoría de ellos no tenían ninguna relación con el judaísmo.

Las operaciones del Mossad son tan audaces que a veces se convierten en fiascos. Este año, un comando del servicio de inteligencia israelí logra lo que cree que es una hazaña.

61 personas, presumiblemente descendientes de judíos etíopes, son sacadas de contrabando de servicio de inteligencia israelí, una región de Etiopía donde hay un conflicto bélico.

Sin embargo, a su llegada a Israel, el Ministerio del Interior realizó los controles habituales sobre la comunidad judía etíope que vive en el país.

Según se indicó desde los medio locales, sólo cuatro personas de las 61 rescatadas del Mossad tienen efectivamente raíces judías.

El rescate se inició tras la petición de un ciudadano israelí, ya que el hombre quería llevar a su exmujer y a sus empleados a Israel.

Todos estos etíopes declararon que tenían ancestros judíos. Por ello, el primer ministro israelí, Naftali Bennett, dio luz verde a su repatriación.

Según el diario israelí Haaretz, que reveló el caso, la mayoría de los 61 etíopes ni siquiera vivían en la zona de conflicto.

Se trata de una verdadera bofetada para las autoridades israelíes, que sin embargo decidieron no expulsarlos.