El presidente afgano Ashraf Ghani abandonó el país este domingo cuando los talibanes parecen a punto de ingresar a Kabul, aseguró el ex vicepresidente Abdullah Abdullah.

“El ex presidente afgano ha abandonado la nación”, dijo Abdullah, quien también es el jefe del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, en un video publicado en su página de Facebook.

“Dios lo responsabilizará, y la gente lo juzgará”, agregó.

No indicó adónde se dirigía Ghani, pero el grupo de prensa afgano Tolo News apuntó que podría estar camino de Tayikistán, mientras que el New York Times reportó que pudo haber evacuado hacia Uzbekistán, citando fuentes anónimas de la delegación afgana en Catar.

Que Ghani dejara el cargo era uno de los pedidos clave de los talibanes en los diálogos de paz con el gobierno afgano, aunque el mandatario había optado por aferrarse al cargo hasta ahora.

Este domingo, los insurgentes habían capturado sin resistencia, la ciudad oriental de Jalalabad, horas después de tomar la norteña Mazar-i-Sharif, la cuarta mayor ciudad afgana y principal centro urbano del norte.

Así, los talibanes controlan casi todo el país, tras 10 días de conquistas aceleradas contra las fuerzas gubernamentales y caudillos locales.

Los talibanes afirmaron que desean una “traspaso pacífico” del poder en los próximos días, dos décadas después de empezara una intervención militar liderada por Washington y ordenada a raíz de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

En un primer momento, el grupo ordenó a sus combatientes que no entraran en la capital, afirmando que las fuerzas del gobierno se encargarían de garantizar la seguridad.

Pero más tarde, Zabihullah Muajhid, un portavoz, tuiteó que las fuerzas talibanas deberían ocupar las zonas desertadas por las fuerzas afganas, para mantener el orden.

Por su parte, el ministro de Interior, Abdul Sattar Mirzakwal, aseguró que se llevaría a cabo una “transferencia pacífica del poder” a un gobierno de transición.

La OTAN, que también se retira de Afganistán, reclamó una “solución política al conflicto, que es más urgente que nunca”, según un portavoz.

En tanto, el personal de la embajada de Estados Unidos en Kabul fue transferido de urgencia hacia el aeropuerto de la capital afgana, adonde fueron enviados miles de soldados estadounidenses, dijo el domingo el secretario de Estado, Antony Blinken.

Transferimos a los hombres y mujeres de nuestra embajada al aeropuerto. Por esa razón es que el presidente envió numerosos efectivos” militares, dijo a la cadena ABC.

Los talibanes se acercaban este domingo a la toma completa del poder en Afganistán, al cabo de una campaña militar de una asombrosa rapidez que los ha llevado a las puertas de Kabul.