Israel vive las mayores protestas sociales desde el 2011. Entonces la gente se echó a la calle para protestar por lo caro de la vida, pero ahora, exigen la dimisión de Benjamin Netanyahu al que consideran un corrupto.

Miles de personas salen a las calles cada semana en Israel. Al malestar político, se le suma el económico por la crisis que sufre el país debido al coronavirus.

Los manifestantes piensan que la gestión de la pandemia por parte del primer ministro Benjamin Netanyahu es nefasta. Las protestas se extienden desde Jerusalén a Tel Aviv y a otros muchos puntos del país.

El epicentro de la movilización es la residencia oficial del primer ministro, en el barrio de Rehavia. Son movilizaciones pacíficas, pero suelen terminar con la intervención de la policía que desaloja a empujones y cañones de agua, y con la detención de decenas de manifestantes, que pocas horas después son puestos en libertad.

Los siete días de la semana se mantiene una acampada a las puertas de la residencia oficial. Día y noche hay activistas bajo un enorme cartel que reza “crime minister” en lugar de “prime minister”.

“Pedimos que este hombre corrupto sea juzgado por robo y traición al país, porque nos ha traicionado y se ha llevado dinero”, explica Shay, uno de los organizadores.

A muy pocos metros, los seguidores de Netanyahu han levantado también unas tiendas para mostrar su apoyo firme al dirigente conservador. La policía está en medio de los dos sectores, para evitar roces.

“Nunca dejaremos a Benjamin Netanyahu, siempre estaremos contigo, nunca te quedarás solo”, se escucha de este lado.

Algunas noches se han producido ataques de grupos de extrema derecha contra los activistas anti Netanyahu. Pero para ese manifestante, “no me dan miedo, estamos frente a ellos y nos reímos a su cara porque creemos en la verdad y el futuro de este país”.

El primer ministro con más tiempo en el cargo de la historia del país divide a la sociedad. Sus detractores juntan a miles de personas en las calles, pero ese impulso social no tiene una traducción en votos cuando llegan las elecciones y Netanyahu se mantiene en el poder.