El Consejo de Seguridad se reunirá de urgencia el jueves por la mañana para tratar la situación en el suroeste de Siria, donde una ofensiva del ejército sirio contra grupos rebeldes, apoyada por Rusia, ha provocado el éxodo de cerca de 300.000 personas, según fuentes diplomáticas.

La reunión fue pedida por Suecia, que preside en julio el organismo de la ONU, y por Kuwait, aseguró este martes el equipo diplomático sueco, de acuerdo con la Agence France-Presse.

Según la organización internacional, entre 270.000 y 330.000 sirios han huido desde el 19 de junio por los bombardeos que aún siguen.

Durante la reunión del jueves, la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) hará un reporte para los 15 miembros del Consejo de Seguridad sobre la situación humanitaria en la provincia meridional de Deraa, fronteriza con Jordania.

El agravamiento de la situación refleja “un nuevo fracaso de las partes en conflicto para proteger a los civiles y la infraestructura civil”, señaló la misión sueca. “Los esfuerzos se deberían intensificar para reducir la violencia y permitir que un convoy humanitario de la ONU, bloqueado en la frontera jordana, entregue su cargamento lo más rápido posible”, añadió la misma fuente.

A pesar de la continua afluencia de miles de refugiados, Jordania e Israel mantienen hasta ahora sus fronteras cerradas.

Jordania, que tiene casi 650.000 refugiados sirios registrados en Naciones Unidas, expuso que no tiene capacidad para recibir más.

En su conferencia de prensa diaria, Farhan Haq, portavoz adjunto de la ONU, subrayó que “continuaban los intensos bombardeos aéreos y terrestres en varios lugares de la provincia siria de Deraa”.

Esto se ha traducido en “muertos civiles y heridos y en el mayor desplazamiento de población en la zona desde que inició el conflicto”, precisó.

“Nuestros colegas humanitarios estiman que el número de personas desplazadas van de entre 270.000 a 330.000, de los cuales 60.000 en están en el punto fronterizo de Nasib/Jaber”, añadió Haq al destacar que la situación se agravó por “los vientos de arena y temperaturas de hasta 45 grados”.