Este martes el teniente general Igor Kirillov, jefe de la defensa radiológica, química y biológica de Rusia, murió tras un atentado explosivo en Moscú, hecho reivindicado por parte de Ucrania.
Lo ocurrido fue informado por el Comité de Instrucción de Rusia (CIR), donde detallaron que la bomba que terminó con la vida del general ruso fue accionada cuando Kirillov, de 54 años, salía de su vivienda en compañía de su ayudante, quien también murió tras la explosión.
La impactante situación quedó captada por la cámara de un vehículo que se encontraba en el lugar, registro que fue difundido en redes sociales. La explosión, que se produjo pasadas las 06:00 de la mañana hora local (00:00 en Chile), fue de tal potencia que destrozó los cristales de las ventanas de las tres primeras plantas del inmueble.
Los investigadores establecieron que el artefacto explosivo, de una potencia equivalente a 300 gramos de trilita, se hallaba oculto en un patinete eléctrico que estaba junto al portal del edificio de viviendas, situado en la avenida Riazanki número 2/1. Esto, a menos de dos metros de la puerta por donde salieron Kirillov y su acompañante.
Según la agencia oficial rusa RIA Nóvosti, que cita a los servicios de emergencia, la bomba fue activada a distancia, por señales de radio.
Ucrania reivindica atentado contra general ruso Igor Kirillov
Por su parte, Ucrania reivindicó el asesinato del teniente general ruso, según informó una fuente anónima del Servicio de Seguridad ucraniano (SBU) a la agencia pública de noticias Ukrinform.
El propio SBU había declarado un día antes a Kirillov como sospechoso de crímenes de guerra por haber ordenado el uso de armas químicas contra el Ejército ucraniano en el frente.
Según la fuente del SBU contactada por Ukrinform, el atentado sería una operación especial de ese servicio secreto ucraniano.
En el comunicado sobre su investigación contra Kirillov, publicado este lunes, el SBU dice haber documentado más de 4.800 casos en los que las fuerzas rusas utilizaron por orden de este militar armas químicas prohibidas en los frentes este y sur de Ucrania.
“En particular, hablamos de granadas de combate K-1, que están equipadas con irritantes tóxicos”, dice el comunicado, que agrega que el uso de estas sustancias está prohibido por la legislación internacional.
El comunicado dice también que más de 2.000 militares ucranianos han sufrido los efectos del armamento químico utilizado por Rusia. Las fuerzas del Kremlin, añade el texto del SBU, lanzan las sustancias tóxicas con drones contra las defensas ucranianas para obligar a las tropas de Kiev a abandonar sus posiciones.
“Cuando las granadas con carga química se activan, sus componentes tóxicos afectan a las membranas mucosas de la persona, sobre todo en los ojos y en las vías respiratorias”, explica el servicio secreto ucraniano.
Cabe mencionar que Kiev ha reivindicado de forma directa o indirecta varios atentados en Rusia o en los territorios ucranianos ocupados por Rusia contra militares y otras personalidades rusas implicadas en la agresión militar contra Ucrania.