A 26 días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas, 8 candidatos participaron en un primer gran encuentro televisivo, centrado en la guerra de Ucrania y sus consecuencias para el bolsillos de los franceses. En muchas gasolineras, el litro de gasolina supera los 2 euros (1.780 pesos chilenos).

En lo que fue el primer encuentro televisivo entre los candidatos a la elección presidencial francesa del 10 de abril, se abordaron varios temas relacionados con la invasión rusa de Ucrania.

Las relaciones con Vladimir Putin, el lugar de Europa, la energía, el aumento brutal del precio del carburante, el poder adquisitivo y las pensiones: uno a uno, en un ambiente cortés, los ocho aspirantes al Elíseo expusieron sus propuestas para hacer frente a la crisis actual, en este debate televisado con un nuevo formato en el que los candidatos nunca se han cruzado ni han intercambiado directamente.

Los adversarios de Emmanuel Macron, quien previamente había impuesto sus condiciones al canal de televisión privado TF1 al negarse a un debate a ocho para gran disgusto de sus rivales, aprovecharon la ocasión para atacar la actuación del presidente-candidato, que lidera la intención de voto (en torno al 30%) en la primera vuelta según los sondeos, muy por delante de la candidata de extrema derecha Marine Le Pen (alrededor de 18% de intenciones de votos).

“Lo que trato de hacer en nombre de Francia, y trato de hacerlo a nivel europeo, es intentar detener esta guerra sin hacer la guerra”, dijo el presidente-candidato Macron, quien dijo estar movilizado para tratar de obtener un alto el fuego.

¿Vladimir Putin, un dictador?

Al ser preguntado sobre si consideraba a su homólogo ruso, Vladimir Putin, un “dictador”, Macron respondió: “No es insultando o calificando que seremos más eficaces”, y dijo que tenía la intención de seguir hablando con el presidente ruso.

Marine Le Pen, así como el líder de ‘Francia Insumisa’ Jean-Luc Mélenchon y Eric Zemmour, acusados por sus adversarios de connivencia en el pasado con el presidente ruso, también se negaron a comentar, prefiriendo el término “autócrata”, a diferencia de la socialista Anne Hidalgo, el ecologista Yannick Jadot, o la candidata de la derecha Valérie Pécresse. Ésta última lamentó además que Europa “no haya visto venir la amenaza (…) quizás una diplomacia mucho más construida hubiera permitido evitarla”.

A la pregunta de si estaba a favor de la guerra, como le acusó Mélenchon, Yannick Jadot defendió que “querer apoyar la heroica resistencia de los ucranianos no significa querer ir a la guerra”.

El Verde agregó que era necesario “cazar a los oligarcas rusos por todas partes” y abogó por un embargo del gas y el petróleo rusos -varios candidatos están en contra-, pidiendo también “un plan de movilización extraordinario” en materia de energía.

Aumento brutal del litro de gasolina

El aumento vertiginoso del precio del carburante que supera los 2 euros el litro en Francia desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania fue uno de los principales temas de debate.

Los candidatos hablaron largo y tendido sobre la subida de los precios de los carburantes, la consecuencia concreta más inmediata de la guerra de Ucrania para los franceses, y más en general sobre la defensa del poder adquisitivo, primera preocupación de los electores.

Emmanuel Macron recordó que el Gobierno ya había desbloqueado 20.000 millones de euros en favor del poder adquisitivo de los franceses, citando por ejemplo el cheque especial para contener la inflación.

Varios candidatos denunciaron el anuncio del Gobierno de un descuento de 15 céntimos por litro en el surtidor a partir del 1 de abril, diciendo que era “demasiado tarde”, como la alcaldesa socialista Anne Hidalgo, que incluso ironizó sobre una posible “broma de abril”.

Mélenchon abogó por congelar los precios a 1,30 euros o 1,40 euros el litro.

El debate, cortés y sin nuevos anuncios, también giró en torno a la cuestión de las pensiones, con Macron confirmando su intención de elevar la edad de jubilación a los 65 años, o sobre el ahorro energético y la energía nuclear, donde mostraron profundas diferencias.

Jean-Luc Mélenchon (LFI, izquierda) insistió en el “peligro” de la energía nuclear civil en caso de guerra y el ecologista Yannick Jadot en la necesidad de salir de ella, con Anne Hidalgo defendiendo un enfoque “mixto”. Los demás, incluido el comunista Fabien Roussel, defendieron la energía nuclear como instrumento de independencia energética.

El canal privado TF1 que organizaba el debate no invitó a varios candidatos atrasados en las encuestas, como Nathalie Arthaud (LO) y Philippe Poutou (NPA) en la extrema izquierda, o en la derecha, el soberanista Nicolas Dupont-Aignan o Jean Lassalle, que denunció el hecho de ser tratado como un “candidato inútil y de mierda”.