La mansión de un magnate ruso cercano a Vladimir Putin ubicada en el centro de Londres fue tomada por un grupo de okupas, esto como protesta contra la invasión de Rusia a Ucrania.

Un grupo de okupas se tomó en el centro de Londres una mansión que pertenece a un magnate ruso sancionado por el Gobierno británico por sus vínculos con el Kremlin, para protestar contra la invasión de Rusia a Ucrania.

Los ocupantes de la lujosa propiedad han colgado banderas ucranianas y carteles con mensajes como “esta propiedad ha sido liberada”, por el exterior del edificio, situado en la exclusiva plaza de Belgravia, cercana a varias embajadas extranjeras, al tiempo que animan a los ciudadanos a unirse a su protesta.

Según señalaron medios locales, se cree que la vivienda de siete dormitorios, ubicada en uno de los barrios más caros de la capital británica, pertenece al magnate Oleg Deripaska, estrecho aliado del presidente ruso Vladímir Putin.

Al parecer, los okupas no tienen intención de instalarse de forma indefinida ni de dormir en la propiedad y la ocupación pretende servir de acto de rechazo contra la invasión de las tropas rusas a Ucrania.

“Ocupando esta mansión, queremos mostrar solidaridad con los ucranianos, pero también con los rusos que nunca han estado de acuerdo con esta locura”, apuntan los okupas, que se definen como anarquistas, en un comunicado.

Deripaska, fundador de la compañía de metales e hidroenergía EN+, ha sido objeto de sanciones por parte de Estados Unidos desde 2018 como resultado de su estrecha relación con Putin.

La vivienda ocupada, que cuenta con una sala de cine, un gimnasio y una sauna turca, fue comprada mediante Ravello Limited, una compañía offshore de las Islas Vírgenes.

La Agencia del Crimen Nacional (NCA) solicitó la congelación de los activos de cinco cuentas bancarias a nombre del oligarca a raíz de la invasión de Ucrania por las tropas rusas.

Los okupas que se tomaron la mansión del magnate ruso, señalaron a los medios locales que su acto pretende “hacer el trabajo” de la ministra británica de Interior, Priti Patel, a quien piden que envíe a refugiados ucranianos a vivir en esa propiedad.