La Unión Europea busca paliar los efectos que ha tenido la escala de precios de los recursos energéticos y disminuir la dependencia de los hidrocarburos rusos. A través de un plan entre los estados miembros, pretende dejar de importar petróleo, carbón y gas de Rusia en 2030. Antes de ello, diversificará el suministro, realizarán acciones coordinadas para que las reservas de gas estén al 90% en octubre de cada año y moverán el cerco hacia las energías renovables.

La Comisión Europea presentó este martes una serie de medidas extraordinarias para ayudar a los países de la UE a amortiguar la escala en los precios de la energía tras la invasión de Rusia a Ucrania. Esto, con el objetivo final de emanciparse de los hidrocarburos rusos en 2030.

El organismo se planteó una hoja de ruta que incluye la diversificación del suministro; la coordinación entre estados miembros para que las reservas de gas estén al 90% en octubre de cada año; acelerar la adopción de combustibles renovables para sustituir al gas; y reducir el impacto de los altos precios de la energía en los consumidores, en el marco del plan bautizado como REPowerEU.

Según lo expuesto en el encuentro de este martes, la UE aseguró el suministro de gas para este invierno y pone sobre la mesa que puede importar 500 mil millones de metros cúbicos más de gas natural licuado de proveedores como Qatar, EEUU, Egipto o el este de África, anualmente.

La diversificación de proveedores podría efectuarse también a través de los gasoductos de Azerbaiyán, Argelia o Noruega, que podrían suministrar 10 mil millones de metros cúbicos de gas adicionales al año.

Además, el bloque comunitario continuará en conversaciones con los principales compradores mundiales de gas, como son Japón, Corea del Sur, China o India para analizar la situación del mercado a medio plazo.

Reducir dependencia del gas ruso

En un paso más, Bruselas analizará las inversiones necesarias para desarrollar infraestructuras que permitan reducir la dependencia del gas y aumentar la participación del hidrógeno y del biometano, mientras reduce el uso de combustibles fósiles.

La propuesta se enmarca en el plan de la Comisión Europea para eliminar la dependencia comunitaria de Moscú hasta 2030, a razón de reducir un 30% anualmente el consumo de gas. La cifra es equivalente a 100 mil millones de metros cúbicos de este combustible fósil, considerando que en 2021 las importaciones de gas ruso fueron de 155 mil millones de metros cúbicos.

Lee también...

Respecto al petróleo, la comisaria de Energía, Kadri Simson, señaló que la mayor parte de estados miembros cuentan con reservas para 90 días o más, en caso de que haya cortes de suministro por parte de Rusia. En lo que respecta al carbón, afirmó que pocos países de la UE dependen de las importaciones rusas en este segmento

“Debemos volvernos independientes del petróleo, carbón y gas ruso. Sencillamente no podemos confiar en un proveedor que nos amenaza explícitamente. Debemos actuar para mitigar el impacto del alza de los precios de la energía, diversificar el suministro de gas para el próximo invierno y acelerar la transición verde”, dijo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.

“No decimos que se retiren todos los combustibles fósiles inmediatamente. Necesitamos la nuclear y los combustibles fósiles en la transición”, dijo Timmermans, quien detalló que el gas jugará un papel en la transición aunque lo realmente importante es reducir la dependencia del gas ruso.

Reservas estratégicas del gas al 90%

El plan de Bruselas incluye también una propuesta legislativa, que la Comisión Europea pretende presentar en abril, para establecer que las reservas de gas comunitarias deben estar al 90% de su capacidad el 1 de octubre de cada año.

Además, el organismo se plantea proporcionar incentivos en caso de alcanzar niveles de almacenamientos del 100% para hacer este sector más atractivo para el mercado.

La Comisión Europea puede coordinar operaciones de compra conjunta en el marco de una plataforma europea para los contratos de suministro de gas, que se base en negociaciones bilaterales con los principales proveedores de gas para favorecer la capacidad de adquisición.

Por otra parte, proseguirán su investigación sobre el comportamiento de los operadores del mercado gasístico, como es el caso de Gazprom, la mayor compañía de gas natural del mundo y de origen ruso.

La Comisión Europea analizará las posibles distorsiones que ha podido propiciar el operador en el mercado comunitario con su comportamiento comercial irregular, considerando que los niveles de los almacenes operados por la compañía rusa se encuentran al 16%, mientras que los que no son operados por Gazprom están al 44%.

Los precios de la energía que contempla el plan

El organismo también presentará a los estados miembros orientaciones adicionales para limitar el contagio de los altos precios del gas a los precios de la electricidad en circunstancias excepcionales.

Entre esas medidas, está limitar los precios temporalmente, algo que permite en casos de emergencia el marco normativo del mercado eléctrico.

Por otro lado, la Comisión estudiará mecanismos para optimizar el diseño del mercado de la electricidad, con el fin de aprovechar los beneficios de las energías de bajo coste.

En este sentido, los integrantes de la UE podrán redistribuir los ingresos de los altos beneficios del sector energético y el comercio de emisiones hacia los consumidores.

La normativa europea sobre subvenciones también abre la puerta a los estados miembros a ofrecer apoyo a las empresas afectadas por los altos precios de la energía y reducir su exposición a su volatilidad a medio y largo plazo.