Hungría prohibió la “promoción” de la homosexualidad entre los menores en una ley que genera inquietud en asociaciones de defensa de derechos humanos, críticas con el incremento de restricciones contra el colectivo LGTB por parte del gobierno conservador de Viktor Orbán.

Con 157 votos a favor y uno en contra,
el Parlamento adoptó una ley que dice proteger los derechos de los niños en ausencia de la oposición que boicoteo la votación.

El oficialismo aprobó un texto que dice que la pornografía y los contenidos que representan la sexualidad no deben ser accesibles a menores de 18 años.

Para los detractores del gobierno, la nueva ley puede servir para cancelar programas de educación sexual y de género. En el ámbito cultural su temor es que censuren libros, películas o series.

Para Amnistía Internacional el texto servirá para estigmatizar más a los LGBT. Para los defensores de Orbán, en cambio, este último cumple con su promesa de una nueva era cultural para defender los valores cristianos y tradicionales.

Amalgama

La diplomacia estadounidense expresó su “preocupación” por la “libertad de expresión” y estimó que la ley húngara planteaba limitaciones que “no tienen cabida en una sociedad democrática”.

“El texto de la ley es, a propósito, muy ambiguo”, señala Zsolt Szekeres, representante del comité de Helsinki (HHC), una organización de defensa de los derechos humanos.

Aunque asegura que todavía desconocen “enteramente las consecuencias” de la ley, Szekeres se muestra seguro que su aprobación “enfriará a los organizadores” de eventos. “¿Cómo asegurarme que lo que yo diga no llegará a orejas de un menor o que un niño no pasará por la calle durante un Orgullo Gay?”, dijo.

Las multas vienen estipuladas junto a un arsenal de medidas de protección de menores y para combatir la pedofilia, una mezcla de conceptos denunciada por los manifestantes el lunes.

Entre ellas figura la creación de una base de datos de condenados accesible al público o la prohibición de que trabajen en determinadas profesiones.

En diciembre, el gobierno prohibió de facto la adopción para parejas del mismo sexo e inscribió la noción tradicional de familia y de “género” en su Constitución.

Miembro desde 2004 de la Unión Europea, Hungría es regularmente acusada por Bruselas de atentar contra el Estado de derecho.

“No podemos dejar que nuestros conciudadanos piensen que en cuestiones tan fundamentales, Europa es a la carta. Y por eso los defenderemos con firmeza”, aseguró el secretario de Estado francés de Asuntos Europeos, Clément Beaune.

Antes del retorno del poder de Orban en 2010, era uno de los países más progresistas de la región, donde la homosexualidad había sido despenalizada desde comienzos de los 1960 y la unión civil entre personas del mismo sexo estaba reconocida desde 1996.