Miembros prominentes de la lista electoral y de la dirección regional reclamaban una gestora tras el fiasco electoral del 4-M

José Manuel Franco, secretario general del Partido Socialista Obrero Español de la Comunidad de Madrid (PSOE) de Madrid, presentó su renuncia esta tarde, como exigían destacados miembros de la lista electoral encabezada por Ángel Gabilondo.

Según informó El País, La medida se exigió en la reunión de este miércoles de la dirección general. La decisión provoca que se abra una gestora en la federación madrileña, que tenía pensado celebrar su congreso a finales de otoño.

Quien aún no renuncia al acta de diputado es Ángel Gabilondo. El candidato del PSOE no cede de momento a las presiones de Ferraz y La Moncloa.

La intención del cabeza de cartel desde 2015 es continuar incluso como diputado raso pese al descalabro del 4-M.

En su jornada más aciaga, los socialistas madrileños pasaron de 37 a 24 escaños. Con 275.000 votos menos que en 2019.

Desastre electoral

La responsabilidad del desastre electoral no es exclusiva de Franco ni de Gabilondo, según coinciden la mayor parte de los cuadros del PSOE consultados.

Gabilondo, vencedor de las elecciones de 2019, y que cuatro años antes se quedó a un escaño de ser presidente, era partidario de mantener la lista electoral de hace dos años.

Pero Pedro Sánchez impuso su criterio y aplicó una transformación profunda de la candidatura.

La Moncloa asumió la estrategia de campaña, criticada en las filas socialistas por haber aspirado a crecer, con un discurso moderado, a costa del caladero de 630.000 votantes de Ciudadanos, al que las encuestas situaban fuera de la Asamblea.

Cuando se vio que era una misión imposible, Gabilondo viró hacia la izquierda y se abrió a un pacto con Pablo Iglesias después de un mes cerrándose a esa opción.

Una de las derivadas, que explotó Más Madrid, fue que los socialistas no opusieron resistencia a la fuga de votantes hacia Mónica García. El objetivo era sumar con Más Madrid y Unidas Podemos para gobernar.

Un mensaje de unidad con el que se esperaba movilizar al electorado progresista. Sucedió lo contrario.

“Era una derrota segura”

Dirigentes territoriales del PSOE subrayan, ante las críticas a La Moncloa, que “lo más previsible” en Madrid “era una derrota segura, como en estos últimos 26 años”. “La victoria en Cataluña sí que fue un imposible inesperado que se logró”, apostillan sobre el triunfo del PSC el 14-F. No se producía desde 2003. “Iván Redondo hace un tándem exitoso con Pedro Sánchez. Han cosechado muchos triunfos desde que empezaron juntos”, sentencian.

Otros dirigentes consultados resaltan en cambio que Franco, y con él la dirección de Madrid, aceptó las imposiciones en la lista electoral, sobre todo en los primeros puestos.

Lo mismo sucedió con la estrategia seguida. Franco, aseguran fuentes cercanas, advirtió que el electorado de Cs en Madrid era muy distinto al de Cs en Cataluña.

Mientras en Madrid procedían en su gran mayoría del PP, partido al que regresaron el 4-M, en Cataluña una nutrida parte había votado en anteriores ocasiones al PSC. Y eso es lo que hicieron en las últimas elecciones catalanas.