Italia consideró “infundada e injusta” la decisión del Gobierno ruso de expulsar del país a un funcionario de su embajada en Moscú.

Lo anterior, en respuesta a una medida similar tomada por las autoridades italianas, cuando expulsaron a dos diplomáticos rusos implicados en un caso de espionaje.

“Hemos conocido con profundo pesar de la decisión de la Federación Rusa de expulsar al agregado naval adjunto de la Embajada de Italia en Moscú con un preaviso de 24 horas”. Así lo indicó hoy el Ministerio italiano de Asuntos Exteriores.

“Consideramos la decisión infundada e injusta, porque en represalia a una medida legítima tomada en defensa de su seguridad”, añadió.

Rusia informó hoy al embajador italiano en Moscú de su decisión de declarar “persona non grata” al agregado naval. Esto, “como respuesta a las acciones hostiles e injustificadas de las autoridades italianas contra el agregado militar en la Embajada Rusa en Roma”.

Expulsión de funcionarios

El pasado 31 de abril, Italia anunció la expulsión de “los dos funcionarios implicados en este gravísimo asunto”.

Lo anterior, en relación a la detención de un oficial ruso y un capitán de fragata de la Marina italiana en “un intercambio de información militar clasificada”.

Aunque se esperaba un respuesta de Rusia con una medida similar, ha sorprendido que Moscú haya decidido expulsar sólo a un funcionario. A esto además se agrega que haya tardado casi un mes en anunciar la medida.

“Es un acto hostil de extrema gravedad”. Así lo aseguró entonces el ministro italiano de Exteriores, Luigi di Maio, para explicar la decisión de declarar personas no gratas a los dos funcionarios expulsados.

El militar italiano, acusado de “graves delitos relativos a la seguridad del Estado”, estaba de servicio en el Estado Mayor de la Defensa. El comando que dirige todas las Fuerzas Armadas y donde se custodian documentos clasificados de las actividades militares italianas y de la OTAN.

Según las investigaciones de la Fiscalía de Roma, reveladas por medios locales, la documentación entregada por el capitán de la Marina Militar al oficial ruso se refiere a los sistemas de telecomunicaciones militares y el precio del intercambio fue de 5.000 euros.