Vladimir Putin propuso este viernes a Estados Unidos intercambiar promesas de “no injerencia” electoral y cooperar en materia de tecnologías para promover un pacto de no agresión en ese sector, en víspera de la elección presidencial estadounidense.

Esta propuesta se produce además cuando las autoridades rusas están acusadas por Occidente de haber envenenado a fines de agosto al principal opositor al Kremlin, Alexei Navalny, mediante un agente neurotóxico. Moscú rechaza estas acusaciones.

En una declaración publicada por el Kremlin, el presidente ruso propone a Washington, “intercambiar garantías mutuas de no injerencia, incluyendo los procesos electorales”, ponerse de acuerdo en un “conjunto de medidas prácticas” y un pacto mundial contra las agresiones que utilizan “tecnologías de la información y comunicación”.

Esta declaración se produce justo antes de la elección presidencial en Estados Unidos del 3 de noviembre, en la que el presidente saliente Donald Trump se enfrenta al candidato demócrata Joe Biden.

“Uno de los mayores desafíos estratégicos del mundo contemporáneo es el riesgo de una confrontación a escala en el sector digital. Una responsabilidad particular para evitarla incumbe a los actores clave de la seguridad mundial en el área de la información”, escribe Putin.

“Acuerdo mundial”

“Al dirigirme a todos los países, inclusive a Estados Unidos –prosigue Putin– propongo llegar a un acuerdo sobre un compromiso político de los Estados de no lanzar la primera ofensiva usando tecnologías de la información y de la comunicación”.

El texto de la declaración fue leída en la televisión por el ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, pues Putin asistía a las maniobras militares “Cáucaso-2020” en el sur del país, implicando a decenas de miles de hombres y a algunos aliados, como China.

“No seamos rehenes de nuestros desacuerdos políticos” expresó Putin.

Rusia es acusada desde hace años de utilizar piratas informáticos y fábricas de troles en internet y de preparar informaciones falsas virales para influenciar en los procesos electorales en Occidente.

En particular se sospecha que apoyó en secreto en 2016 la candidatura de Donald Trump, favoreciendo su victoria.

Por otra parte, el Kremlin es sospechoso de buscar la manera de influir también en la actual campaña presidencial estadounidense.

Ciberataques y propaganda

Francia acusó asimismo a Rusia de haber intentado desestablizar la candidatura del actual presidente Emmanuel Macron, mientras que en Reino Unido Moscú ha sido acusado de interferencias en favor del Brexit

Varios ciudadanos y entidades rusas han sido sancionados por Estados Unidos en los últimos años, debido a sus intentos de injerencia, vinculados con los servicios secretos (FSB) rusos.

También se han movilizado los gigantes de la tecnología. Facebook, Twitter, Google y Microsoft multiplican los anuncios sobre ciberataques desbaratados y operaciones de propaganda desmanteladas, orquestadas desde el extranjero, especialmente de Rusia.

Rusia ha sido igualmente acusada en los últimos años de haber dirigido a hackers que atacaron a una serie de instituciones occidentales, como la cámara baja del parlamento alemán, o la cancillería de Angela Merkel.

El Kremlin desmiente todas estas acusaciones, y a su vez acusa a occidentales de llevar a cabo una guerra de desinformación contra Rusia.