El gobierno de Boris Johnson perdió este martes su estrechísima mayoría en el parlamento británico, de un solo escaño, con la defección del exministro Phillip Lee, quien se pasó al centrista Partido Liberal-Demócrata.

“El gobierno conservador busca de forma agresiva un Brexit dañiño”, afirmó Lee en un comunicado para justificar su decisión en un día clave para el caótico proceso de salida de la Unión Europea (UE).

Los legisladores volvieron al trabajo por la tarde tras las vacaciones estivales, en una jornada que podría ser crucial para el convulso proceso del Brexit: entre 10 y 20 rebeldes conservadores podrían votar con la oposición para impedir una salida brutal de la Unión Europea (UE) el 31 de octubre.

La semana pasada, Johnson provocó indignación al anunciar que suspendería las labores parlamentarias desde mediados de septiembre hasta el 14 de octubre, lo que los rebeldes denunciaron como un intento de amordazarlos.

Para contrarrestarlo, quieren presentar y aprobar de urgencia una ley que obligue a pedir un nuevo aplazamiento de tres meses del Brexit si no se logra pronto un acuerdo.

Pero, para ello primero deberán arrebatar el control de la agenda parlamentaria al gobierno.

No será hasta las 17:30 (13:30 de Chile) cuando el presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, decida si permite un debate urgente que podría desembocar en una votación por la noche.

Si la ya denominada “alianza rebelde” obtiene el control, quiere presentar su proposición de ley el miércoles.

Acusando a Johnson de “pisotear al parlamento y a la democracia”, el líder de la oposición, Jeremy Corbyn, afirmó esperar “que todos los diputados laboristas respalden este legislación”, haciendo sospechar sobre algunas posibles deserciones también en sus filas.