Dispuesta a hacer concesiones para salvar su acuerdo de Brexit, la primera ministra Theresa May propuso el martes a los diputados británicos un cuarto voto, que incluya esta vez decidir sobre un segundo referéndum y una unión aduanera temporal con la UE.
“Hay una ultima oportunidad de encontrar la manera” de acabar con el bloqueo, afirmó May, quien incluyó así en este “nuevo acuerdo”, a cuyo voto no puso aún fecha precisa, las exigencias del opositor Partido Laborista con quien las negociaciones se rompieron el viernes.
Entabladas a principios de abril, esas conversaciones tenían como objetivo encontrar un acuerdo susceptible de obtener el apoyo de una mayoría del Parlamento, que desde enero rechazó estrepitosamente tres veces el texto firmado en noviembre por la primera ministra con sus 27 socios de la Unión Europea (UE).
Pero tras su fracaso al término de seis semanas de contactos, la jefa de gobierno, que ya había anunciado su intención de someter de nuevo el acuerdo a los diputados a principios de junio, parece decidida a hacer concesiones.
Esta vez, la Cámara de los Comunes deberá pronunciarse sobre las condiciones de salida -negociadas por May durante casi dos años con Bruselas- votando un proyecto de Ley sobre el Acuerdo de Retirada.
Y si los diputados aprueban el texto, May propone hacerles votar sobre la eventual convocatoria de un segundo referéndum y el mantenimiento temporal de Reino Unido en una unión aduanera con la UE.
Tras el referéndum de junio de 2016, en el que 52% de británicos votaron a favor del Brexit, el Reino Unido debería haber abandonado la Unión Europea el pasado 29 de marzo.
Pero el repetido rechazo del parlamento al acuerdo de divorcio con Bruselas empujó a May a aceptar un aplazamiento “flexible” del Brexit: hasta el 31 de octubre, aunque el país puede abandonar antes la UE si encuentra una solución al bloqueo.