Reino Unido puede dar marcha atrás “unilateralmente” a su decisión de retirarse de la Unión Europea (UE), pero con condiciones, indicó este lunes la justicia europea, la víspera de un voto crucial en el parlamento británico sobre el acuerdo del Brexit.

Reino Unido notificó el 29 de marzo de 2017 su intención de retirarse, en virtud del Artículo 50 del Tratado de la UE, pero “es libre de revocar unilateralmente dicha notificación”, falló el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) con sede en Luxemburgo.

El alto tribunal precisa, no obstante, que la posibilidad de frenar el proceso existe mientras no haya entrado en vigor el acuerdo cerrado entre Londres y Bruselas, que el martes se somete a la primera votación en su complejo proceso de ratificación.

En caso de ausencia de acuerdo, Reino Unido podría revocar el proceso de salida antes de que expiren los dos años de plazo previstos, es decir hasta la fecha del Brexit el 29 de marzo, o una eventual extensión de los mismos, consideran los jueces.

“La revocación debe decidirse tras un proceso democrático de conformidad con las normas constitucionales nacionales” y “debe comunicarse por escrito al Consejo Europeo”, explicó el TJUE en un comunicado.

Londres rechazó rápidamente una eventual marcha atrás. Su ministro de Medio Ambiente, Michael Gove, dijo a la BBC que el fallo de la corte “no altera ni el resultado del referéndum [del 23 de junio de 2016] ni la clara intención del gobierno de irse”.

Los magistrados del alto tribunal europeo responden así a la duda planteada por un tribunal británico que debe fallar si Reino Unido puede dar marcha atrás al proceso del Artículo 50, como defienden políticos escoceses en el origen de la acción judicial.

El fallo de la corte llega en un contexto crucial para la ratificación del acuerdo de divorcio negociado entre Reino Unido y la UE, que afronta el 11 de diciembre una votación en un parlamento británico hostil a unos seis meses del Brexit previsto el 29 de marzo.

La corte de Luxemburgo decidió dar prioridad a este proceso para que los diputados tanto del parlamento británico como de la Eurocámara conocieran todas las implicaciones antes de pronunciarse sobre el acuerdo de divorcio.

Este fallo podría suponer un espaldarazo para los británicos partidarios de permanecer en la UE, máxime cuando la posibilidad de celebrar un segundo referéndum sobre el Brexit en Reino Unido tomó fuerza en las últimas semanas.