Una británica escandalizada, después de que los asistentes sociales contactasen en prisión al hombre que la violó para ofrecerle la posibilidad de obtener un derecho de visita de su hijo, está pidiendo que cambie la legislación.

El diario The Times afirmó que Arshid Hussain, condenado a 35 años de cárcel en 2016 por múltiples agresiones sexuales, recibió la propuesta de las autoridades municipales de Rotherham, en el norte de Inglaterra, de obtener un derecho de visita del pequeño, fruto de la agresión, sobre el que no tiene ninguna potestad, en el marco de un procedimiento de asignación.

El agresor formaba parte de una banda de hombres originarios de Pakistán, varios miembros de la cual fueron condenados a importantes penas de cárcel por abuso de menores en Rotherham, un escándalo que había conmocionado a Reino Unido.

Sammy Woodhouse, la madre del pequeño, que había sido uno de los testigos en aquel caso tras haber sido violada cuando tenía 15 años, reveló el martes su identidad en un vídeo difundido en Twitter.

Con ayuda de la diputada laborista Louise Haigh, pidió un cambio de la legislación para que los hombres condenados por violación no puedan tener acceso a los hijos así concebidos.

“Esta historia me concierne, concierne a mi hijo, al hombre que me violó y al hecho de que el consejo municipal de Rotherham le propusiese solicitar derechos parentales”, denunció en el vídeo.

“Esto ocurre en todo el país y debe cesar”, insistió, subrayando que Hussain representa “un peligro” para ella misma y para su hijo.

Un portavoz del consejo municipal de Rotherham afirmó tener una obligación legal de informar a los padres, con o sin responsabilidad parental, de los procedimientos judiciales que conciernen a sus hijos.