El negociador europeo para el Brexit, Michel Barnier, reconoció este martes que se necesita “más tiempo” para lograr un acuerdo de divorcio con Reino Unido, la víspera de una cumbre de mandatarios en Bruselas que debía ser decisiva de cara a un eventual pacto final.

“Quedan varios asuntos abiertos, entre ellos el de Irlanda (…) Se necesita más tiempo para hallar un acuerdo global y alcanzar este progreso decisivo que necesitamos para finalizar esta negociación”, dijo Barnier a su llegada a una reunión de ministros europeos sobre Brexit.

El tiempo apremia. Reino Unido debe abandonar el bloque el 29 de marzo, pero, para lograr una “salida ordenada”, los negociadores quieren alcanzar un acuerdo como muy tarde en noviembre para dar tiempo a su ratificación por parte de la Eurocámara y el Parlamento británico.

Sin embargo, la cuestión de cómo evitar la reintroducción de una frontera clásica entre la provincia británica de Irlanda del Norte y su vecina Irlanda, preservando a su vez el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998, sigue siendo uno de los principales escollos.

“Trabajamos mucho en las pasadas semanas y en los últimos días para alcanzar un acuerdo global sobre el objetivo de una retirada ordenada de Reino Unido (…) para todos y sobre todos los asuntos”, dijo Barnier. “No lo logramos todavía”, reconoció.

La cumbre de la “hora de la verdad”, tal y como definió el mes pasado el presidente del Consejo Europeo Donald Tusk el encuentro de esta semana, podría llegar así en noviembre, en una reunión extraordinaria, a la que los mandatarios podrían dar su visto bueno el miércoles.

“Nos tomaremos este tiempo con calma y seriedad para encontrar este acuerdo global en las próximas semanas”, subrayó el negociador europeo, en un momento en que la UE y Reino Unido se preparan también ante las consecuencias de una eventual retirada británica sin acuerdo.