La coalición en el poder en Alemania acordó este martes legislar para facilitar la inmigración de trabajadores extranjeros calificados y responder a la escasez de mano de obra en algunos sectores.

Los tres partidos, los conservadores CDU y CSU así como el socialdemócrata SPD, alcanzaron un acuerdo la noche del lunes sobre la delicada cuestión migratoria, en un contexto político marcado por una fuerte presencia de la extrema derecha en la arena política y social.

Las puertas de Alemania se abrieron en 2015 y 2016 a la llegada de más de un millón de solicitantes de asilo, en plena crisis migratoria.

Los partidos en el poder acordaron sobre la adopción en 2019 de una ley para facilitar el acceso al mercado laboral alemán de extranjeros extracomunitarios calificados.

“No queremos una inmigración de gente no calificada” provenientes de países extra comunitarios, señalan los socialdemócratas en el documento presentado el martes que resume las grandes líneas del proyecto.

Los ciudadanos de países extra comunitarios que busquen empleo en Alemania en sectores en donde escasean los candidatos -gastronomía, matemáticas o informática- podrán obtener un permiso de estadía de seis meses que será prorrogado si encuentran trabajo. Además, deberán poder demostrar que tienen un nivel de alemán suficiente.

“Necesitamos trabajadores de terceros países”, reconoció el ministro de Interior, Horst Seehofer (CSU), quien además es muy crítico a la política de apertura de 2015 de Angela Merkel.

Alemania registró en septiembre 338.200 empleos vacantes únicamente en los sectores de la informática, las matemáticas y las tecnologías de la información, según el periódico económico Handelsblatt, que cita al Instituto Económico Alemán, con sede en Colonia.

El documento presentado el martes subrayó que el “fuerte crecimiento económico de los últimos años” se alcanzó en parte gracias a una “inmigración proveniente de Estados miembros de la Unión Europea”. Pero, precisaron en el documento, “este saldo migratorio baja actualmente”.

La CDU-CSU y el SPD tuvieron que zanjar un desacuerdo sobre los extranjeros a quienes se les negó una solicitud de asilo pero que ocupan un empleo en Alemania y hablan alemán. El SPD quiere que puedan quedarse, la CSU se opone.

Finalmente, Seehofer dio su acuerdo para que los de mayores calificaciones se puedan quedar.