La policía catalana está trabajando para determinar si el cadáver de un hombre encontrado en un coche que escapó a un control policial sería la décimo quinta víctima de los atentados de Barcelona y Cambrils, según se indicó este domingo.
El jefe de los Mossos d’Esquadra, Josep Lluis Trapero, recordó que oficialmente el balance de muertos es de 14: trece en las Ramblas de Barcelona, arrollados por una furgoneta blanca, y uno en el paseo marítimo de Cambrils, una mujer apuñalada por un atacante.
De estas víctimas, doce han sido identificadas, y las otras dos lo serán previsiblemente de aquí al lunes, puntualizó Trapero.
Sin embargo, podría haber una 15ª víctima, al hilo de un incidente que la policía catalana trata de momento de forma separada.
Tres horas después del atentado de las Ramblas, ocurrido hacia las 16H50 locales (14H50 GMT) del jueves, un Ford Focus escapó a un control de la policía y apareció después cerca de Barcelona, en la localidad de Sant Just Desvern.
Su propietario, Pau Pérez Villán, de 34 años y residente en la localidad de Vilafranca del Penedés, fue hallado muerto dentro con herida de arma blanca, confirmó a la AFP el ayuntamiento de este pueblo cercano a Barcelona.
Reconstruyendo los hechos, Trapero dijo que el vehículo se saltó el control, ante lo cual, los agentes dispararon. Poco después, se vio a una persona que salió corriendo.
En un primer momento los agentes creyeron que el ocupante hallado en el interior murió “por los disparos policiales”, pero luego, el estudio forense determinó que “esa persona no tiene ningún impacto de bala”, incidió Trapero.
Ante la incógnita, “trabajamos para ver quién conducía” realmente, indicó el funcionario, aseverando que “en estos momentos aún no podemos vincularlo a los hechos anteriores”. Si hubiera una relación, entonces “tendríamos un cadáver más vinculado a los atentados”.
Según el ayuntamiento de Vilafranca, Pau Pérez había sido cooperante humanitario en el extranjero y en la actualidad trabajaba en una empresa de Barcelona.