La policía de Nueva York detuvo al presunto autor de al menos once asesinatos -diez de las víctimas son mujeres- en Long Island en un caso que confundió a las autoridades por varios años. Los cuerpos de las víctimas fueron encontrados hace más de una década.
Según detallan agencias internacionales como Europa Press, el sujeto se encuentra bajo custodia de la policía del condado de Suffolk.
Se trata del mayor avance en la investigación conocida como “el caso del asesino en serie de Long Island”. El sujeto es de Massapequa, localidad ubicada en el condado vecino de Nassau.
El arresto del sospechoso ocurre un año después de que las autoridades norteamericanas publicaran el llamado de auxilio de Shannan Gilbert, una trabajadora sexual de 24 años originaria de Nueva Jersey que desapareció en 2010.
“Hay alguien detrás de mí”, le dijo Gilbert al operador del 911, según consigna el medio norteamericano NBC News.
“Alguien me persigue, por favor”, agregó la mujer, quien se encontraba en la casa de un cliente identificado como Joseph Brewer en Oak Beach.
“Vamos. Todos vamos a salir”, se escucha decir en el contacto a Brewer. “Por favor, sácame de aquí, Mike”, suplicaba la víctima a su conductor, Michael Pak, tras lo cual la llamada se cortó.
En aquella oportunidad, se ofreció una recompensa de 50 mil dólares (equivalente a unos 40 millones de pesos chilenos) a quien entregara pistas que ayudaran a localizar al autor del crimen.
La citada agencia señala que mientras la policía buscaba a Gilbert, encontraron los cuerpos de otras cuatro mujeres -todas de unos veinte años de edad- enterrados en sacos de dormir en una playa de Gilgo Beach.
Posteriormente, en 2011, los restos de otras seis mujeres fueron descubiertos en la autopista de Ocean Parkway que cruza la orilla sur de Long Island.
Las víctimas que han sido identificadas son Shannan Gilbert (24), Melissa Barthelemy (24), Megan Waterman (22), Amber Lynn Costello (27), Maureen Brainard-Barnes (25), Valerie Mack (24) y Jessica Taylor.
El arresto del sospechoso se logró luego que se coordinara un amplio equipo de trabajo en febrero de 2022 compuesto por el FBI, la policía del estado de Nueva York y las autoridades del condado de Suffolk.
