Diversos dirigentes del Partido Republicano han reclamado que la imputación contra el expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) es una "caza de brujas".e

Un gran número de cargos del Partido Republicano consideraron este jueves que la imputación del expresidente estadounidense Donald Trump (2017-2021) es una “caza de brujas” y advirtieron de que la población estadounidense “no la tolerará”.

“La población estadounidense no tolerará esta injusticia, y la Cámara de Representantes pedirá cuentas a (el fiscal) Alvin Bragg y su abuso de poder sin precedentes”, dijo el presidente de la Cámara Baja, Kevin McCarthy.

Para el legislador conservador, el fiscal “ha dañado de forma irreparable el país en un intento por interferir en la elección presidencial”.

“Instrumentalizar el sistema judicial para ir en contra de un rival peligro es un claro peligro para nuestro país y nuestra democracia. (El fiscal) Alvin Bragg debería centrarse en perseguir el crimen en Nueva York, no en ejecutar una caza de brujas política”, añadió el también congresista republicano George Santos.

La presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, coincidió en que se trata de una decisión con motivaciones políticas.

“Cuando nuestro sistema de justicia se utiliza como herramienta política, nos pone a todos en peligro. Este es un flagrante abuso de poder por parte de un fiscal de distrito enfocado en la venganza política en lugar de en mantener a las personas a salvo”, dijo en Twitter.

Para el legislador conservador Jim Jordan, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representantes, lo sucedido es simplemente “escandaloso”, según publicó en Twitter.

Lauren Boebert, una de las representantes del ala más radical del Partido Republicano, coincidió con Santos al afirmar, también en Twitter, que la a su juicio instrumentalización del sistema judicial estadounidense “NO PUEDE SOPORTARSE!”.

Por su parte, la excandidata republicana a gobernadora de Arizona Kari Lake acusó a la izquierda radical y “su sistema de justicia penal” de haber cruzado “todas las líneas legales y éticas”.

En su opinión, “no hay delito” y encarcelar a los oponentes políticos en base a “acusaciones frívolas con motivaciones políticas” es algo propio de “las dictaduras del tercer mundo o de las repúblicas bananeras”.

Quien no se ha pronunciado de momento a la noticia es el líder de los conservadores en el Senado, Mitch McConnell, principal figura de la oposición a Trump dentro del Partido Republicano y frecuente objeto de críticas del expresidente.

Los demócratas, por su parte, insistieron en que “nadie está por encima de la ley”, tal y como afirmó en un comunicado el congresista Jamaal Bowman.

Ser imputado por falsificar registros empresariales, en su opinión, “es solo el principio de la rendición de cuentas por sus delitos”. Entre ellos, “intentar revertir ilegalmente los resultados de las elecciones en Georgia e incitar a la insurrección del Capitolio, ambos en un esfuerzo por derrocar el Gobierno para hacer avanzar su causa fascista”.

El secretario de prensa del Comité Nacional Demócrata, Ammar Moussa, reprochó además que sin importar lo que suceda en los próximos procedimientos legales, el partido permanezca “bajo el control” de Trump y de los MAGA, acrónimo del lema “Make America Great Again” (Hacer Estados Unidos grande de nuevo) que el expresidente usó en su primera campaña electoral y con el que se conoce a sus fieles.

“Continuaremos responsabilizando a Trump y a todos los candidatos republicanos por la agenda extremista de tendencia MAGA que incluye prohibir el aborto, recortar el Seguro Social y el Medicare, y socavar las elecciones libres y justas”, añadió en un comunicado.

Trump fue imputado este jueves por parte de un gran jurado por el pago para silenciar a la actriz porno Stormy Daniels durante su campaña presidencial de 2016. Se trata de la primera imputación por delitos criminales a un expresidente estadounidense.