Sidney Powell, abogada del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, acusó al fallecido mandatario venezolano, Hugo Chávez, de estar detrás del sistema informático de conteo de votos usado en las elecciones presidenciales de las cuales Joe Biden salió victorioso.

Así lo expresó en una conferencia de prensa citada por CNN mientras insistía junto al abogado personal de Trump, Rudy Giuliani, en las acusaciones mediante las cuales el mandatario estadounidense se niega a admitir la derrota acusando fraude masivo.

El también exalcalde de Nueva York elaboró durante más de una hora varias teorías conspirativas, mientras sudaba abundantemente, tanto así que un surco de transpiración teñido de marrón procedente de su cabellera quedó marcado en su mejilla. El abogado está en una campaña ante los tribunales para impugnar los resultados de las elecciones del 3 de noviembre y ha obtenido hasta ahora sólo fracasos por falta de evidencia por basarse en especulaciones y rumores.

Sosteniendo la tesis de Trump, que se niega a conceder la derrota a Biden, Giuliani leyó ante la prensa 220 testimonios jurados sobre irregularidades en el voto por correo, en Pensilvania y Michigan, dos estados claves en los que se impuso el demócrata. En el centro de sus acusaciones está el sistema de conteo. Además, Giuliani denunció que las “grandes ciudades están controladas por los demócratas” y dijo que el recuento en Georgia no significa nada porque “están contando los mismos votos fraudulentos una vez más”, según citó la Deutsche Welle.

La culpa la tendrían Chávez y Maduro, entre otros

Durante la conferencia, que duró una hora y media, Powell involucró a Chávez acusándole de haber ordenado la creación de las máquinas que cuentan los votos usan tecnología de la empresa Dominion Voting Systems, que vende sistemas de este tipo a más de una decena de estados.

Según aseguraron, su tecnología habría sido creada, “bajo la dirección” del líder venezolano para revertir los resultados electorales en un plebiscito, denunciando una “inmensa influencia de dinero comunista desde Venezuela, Cuba y probablemente China” para intervenir en las elecciones.

“Ustedes deberían estar más sorprendidos por el hecho de que nuestros votos estén siendo contados en Alemania y en España por la empresa vinculada a Chávez y a Maduro”, dijo Giuliani a los periodistas, en referencia a Hugo Chávez, el presidente venezolano fallecido hace siete años, y el actual líder al mando del país, Nicolás Maduro. La empresa en cuestión es la compañía de aplicaciones electorales Smartmatic que fue fundada en Florida en la década de 2000 por dos técnicos nacidos en Venezuela.

De esta forma, el equipo legal vinculó a Dominion con Smartmatic, cuya tecnología fue usada este año sólo por el condado de Los Ángeles, tradicionalmente demócrata como el Estado de California, y no en los “estados bisagra” que la campaña está disputando.

En efecto, Smartmatic ha provisto de tecnología al gobierno venezolano, pero no hay evidencia de que haya beneficiado al régimen. De hecho, la misma empresa denunció a la administración de Maduro de fraude en 2017, recuerda CNN.

Sin embargo, Powell ha publicado una supuesta declaración jurada de un funcionario no identificado, quien acusaría que el programa informático de Smartmatic habría sido usado para cambiar votos en el país caribeño, sin presentar mayor evidencia de esto, ni de que su creación hubiera sido ordenada por Chávez para “nunca perder una elección”.

El presidente de Smartmatic, Mark Malloch-Brown, está en el consejo de administración de Open Society Foundation, una iniciativa lanzada por el multimillonario filántropo George Soros, que es una figura mencionada habitualmente en teorías de la conspiración. Ante esto, y mientras Giuliani hablaba, Trump tuiteó: “mis abogados ahora en newsmax, OAMM y tal vez Fox”, escribió sobre esos tres canales de TV conservadores. “Un caso abierto y cerrado de fraude electoral. ¡En números masivos!”, agregó el presidente.

Tampoco han presentado pruebas de que las máquinas de Dominion usen tecnología de Smartmatic, compitiendo ambas en el mismo rubro. El único vínculo que ambas compartirían se remonta a 2005, cuando Smartmatic compró y vendió 2 años después una empresa llamada Sequoia Voting Systems, la que fue comprada a los 3 años por Dominion.

Giuliani también aludió a testimonios de individuos no identificados “por su propia seguridad”, aunque dichas personas tampoco han sido especificadas ante tribunales. “Nos vamos a convertir en Venezuela. No podemos permitir que esto nos suceda. No podemos permitir que estos delincuentes, porque eso es lo que son, le roben la elección al pueblo estadounidense”, afirmó Giuliani.

Soros y Clinton

La abogada involucró también -sin evidencia- al magnate George Soros y a la Fundación Clinton con la empresa Dominion. Según CNN, Dominion informó que en 2014 donó su tecnología para un programa de la Fundación Clinton para beneficiar a “democracias emergentes”, sin mantener más vínculo con la asociación.

Por su parte, el director de la compañía dueña de Smartmatic también forma parte de la mesa directiva de una fundación que es propiedad de la Open Society Foundation, encabezada por Soros, pero que el mismo magnate no está involucrado en ninguno de los proyectos.

De paso, Giuliani hizo múltiples acusaciones que ya han sido desestimadas por los expertos en seguridad electoral ya sea independientes o miembros del mismo gobierno de Trump -algunos a costa de sus empleos-, así como en las comisiones bipartitas a lo largo del país.

Por ejemplo, las acusaciones de fraude fueron desmentidas por la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA), que indicó que la elección presidencial fue “la más segura de la historia”. Chris Krebs, que fue destituido por Trump como director de esta agencia, se refirió a la rueda de prensa como la “más peligrosa” y más “delirante” de la historia de la televisión estadounidense.