De visita en la costa oeste de Estados Unidos devorada por las llamas, el presidente Donald Trump negó de nuevo la causalidad del cambio climático en la fuerza de los incendios. Nuestro medio asociado Radio Francia Internacional conversó con los damnificados del Estado de Oregón, divididos sobre las causas del fuego.

Tachado de “pirómano climático” por su rival demócrata Joe Biden, Donald Trump, de visita en el oeste de Estados Unidos el lunes, lo contradijo y aseguró que el clima “comenzará a enfriarse”, negando el consenso científico mundial sobre el calentamiento climático.

“Desearía que la ciencia concordara con usted”, terció Wade Crowfoot, jefe de la Agencia de Recursos Naturales de California, también presente en el encuentro.

El consenso científico dice, sin embargo, que la magnitud de esos fuegos está vinculada al cambio climático, que agrava una sequía crónica y provoca condiciones meteorológicas extremas.

El calentamiento global amplifica las sequías, creando condiciones ideales para que los incendios forestales se extiendan sin control y causen daños sin precedentes. En las zonas siniestradas por los mega incendios, los habitantes constatan el alcance de los daños materiales.

Tras huir de las llamas la semana pasada, Rebecca, una habitante del condado de Clackamas en Oregón descubre un paisaje dantesco con buena parte de las casas calcinadas, al igual de los árboles y los autos, aun humeantes. “Estoy triste. Por todas partes por aquí la gente ha perdido su casa. La iglesia desapareció, al igual que una decena de casas. Somos una comunidad muy unida. Regresar aquí y descubrir eso, es realmente triste”, dijo a RFI.

Aunque su casa está intacta, el jardín quedó hecho cenizas. Rebecca no podrá pasar la noche en su hogar a causa de la presencia persistente de humos tóxicos que impiden respirar y ver correctamente. “He vivido toda mi vida aquí y nunca he visto algo similar. Jamás. Percibimos un sabor a fuego en la boca. Nos cuesta respirar. Y no vemos muy lejos. Entre la pandemia y eso ahora, trataremos de volver a la normalidad ¡pero me cuesta creerlo ! !Vamos a tratar de olvidar el año 2020!”, comenta, riéndose con nerviosismo.

En plena campaña para la elección presidencial, los incendios se convierten en un tema electoral. Lo demócratas denuncian los impactos del calentamiento global mientras que los partidarios de Trump imputan la gravedad de los incendios a una supuesta mala gestión de los bosques.

En Mil City, otra ciudad del sur del Estado, también devastada, John, un electricista jubilado es un ferviente partidario de Trump. Una bandera “Trump 2020” aún ondea en el techo de su casa que se salvó milagrosamente de las llamas ya que éstas se detuvieron cerca de su jardín.

John, al igual que su presidente, no cree que el cambio climático agrave los incendios y replica su discurso: “¿El cambio climático? Si, de acuerdo, quizá… Pero no soy científico y siempre ha habido años más calientes que otros. Considero, más bien, que hay que gestionar mejor los bosques para que no se quemen así, en lugar de cerrar la industria petrolera, de prohibir los aviones y los pedos de vacas y no sé qué más. ¡Por favor!”.

Respecto de esto, la evidencia científica apunta a una alza constante y cada vez más importante en los promedios de temperaturas anuales y la influencia humana en este fenómeno.

A pesar de los incendios que tocan a todos sin excepción, los Estados Unidos siguen más divididos que nunca.