A sus 77 años, Joe Biden es un veterano de la política estadounidense. Senador por más de 30 años, dos veces vicepresidente, fue nombrado candidato del Partido Demócrata para oponerse en los comicios de noviembre al presidente Donald Trump.

“Soy una máquina de hacer tonterías, ¡pero qué maravilla en comparación con un tipo que no puede decir la verdad!”, aseguró Joe Biden en diciembre de 2018, comparándose con Trump.

En efecto, ha tenido algunas actuaciones polémicas, como cuando le pidió a un senador en silla de ruedas que se pusiera de pie en una reunión, o cuando recientemente confundió a su esposa e hija en un podio.

Joseph Robinette Biden Jr. nació en 1942 en Scranton, una ciudad obrera de Pennsylvania, en una familia católica irlandesa. Su padre era un vendedor de coches. Joe Biden habló más tarde de sus modestos orígenes para seducir a la clase obrera que votó en su mayoría a Donald Trump en 2016.

De niño, se las arregló para superar el tartamudeo que le afligía. La familia se mudó a Delaware, donde entró en la universidad y estudió historia y ciencias políticas. Se casó, se volvió abogado, luego se dedicó a la política y en 1972, a la edad de 29 años, fue elegido por primera vez como senador de Delaware.

Del Senado a la Casa Blanca

Fue reelegido seis veces, por 36 años. Entre las leyes más conocidas que inició, se cuenta una sobre los “delitos violentos”, otra contra la violencia doméstica y una tercera sobre los narcotraficantes.

Joe Biden ascendió en el Senado y fue dos veces presidente del prestigioso Comité de Asuntos Exteriores. Dejó esta institución sólo para convertirse en 2008 en vicepresidente de Barack Obama, que lo derrotó en las primarias demócratas y que necesitaba un “veterano” a su lado.

Biden ya había probado suerte una vez en las primarias demócratas de 1988, pero tuvo que tirar la toalla después de ser acusado de plagio, debido a que uno de sus discursos tenía un asombroso parecido con el dado por un laborista británico.

Durante sus dos mandatos como vicepresidente, Joe Biden mantuvo un perfil bajo frente al muy carismático Obama –un carisma del que carece-, y se le conoce por buscar a menudo sus palabras. Obama le entregó en 2017 la Medalla Presidencial de la Libertad, una de las dos condecoraciones civiles más altas del país.

Paralelamente, la vida de Joe Biden estuvo marcada por la tragedia desde una edad muy temprana. En 1972, su primera esposa Neilia y su hija Naomi murieron en un accidente vehicular, donde sus dos hijos, heridos, sobrevivieron.

Se volvió a casar cinco años después con su esposa Jill, con quien tuvo una hija. Pero en 2015 su hijo Beau, el fiscal general de Delaware, murió de cáncer cerebral. Muy afectado, Joe Biden decidió no presentarse a las primarias demócratas de 2016.

Acusaciones diversas

El año pasado, Joe Biden fue acusado por dos mujeres de gestos inapropiados (un beso en la cabeza sin consentimiento, una nariz rozada por otra), y por una de sus exasistentes en el Senado, Tara Reade, de violación. Una acusación que Joe Biden niega formalmente, recordando que está en el origen de una ley contra la violencia doméstica.

Debido a estas controversias, Donald Trump lo llama ahora, entre otros sobrenombres, “el vicioso”.

El candidato también ha hecho una serie de comentarios considerados racistas: equiparó a los niños negros con los niños pobres, afirmó que un hombre negro no es negro si vota por Trump. Comentarios que causaron escándalos, que el propio Joe Biden calificó de molestos, y que en última instancia se atribuyeron a sus meteduras de pata.

También había elogiado las buenas relaciones que había mantenido al principio de su carrera con dos senadores segregacionistas, lo que Kamala Harris, su actual compañera de fórmula, le reprochó más tarde.

La pandemia favoreció a Biden, quien, confinado desde marzo en su casa de Delaware, pudo evitar los pasos en falso mientras se comunicaba con sus electores desde un estudio de grabación en su sótano.

Mientras tanto, Donald Trump era cada vez más criticado por su manejo de la crisis sanitaria y se enfrentaba a protestas históricas contra el racismo y la violencia policial tras la muerte de George Floyd, el afroamericano asesinado por un agente de policía.

A pesar de las críticas y acusaciones, Joe Biden consigue presentar hoy en día una figura bastante consensuada ante el controvertido Donald Trump.