La tormenta tropical Isaías avanza este martes por la costa este de Estados Unidos, provocando fuertes lluvias y dejando sin electricidad a cientos de miles de personas, mientras las autoridades de Nueva York toman precauciones frente a eventuales inundaciones.

A las 11:00 hora local, Isaías estaba pasando por el este del estado de Maryland, con vientos de hasta 110 km/h, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de Estados Unidos.

“Inundaciones urbanas potencialmente mortales” pueden ocurrir en la capital, Washington, o en Baltimore, advirtió la agencia en su último boletín.

El gobernador de Carolina del Norte, donde el huracán de categoría 1 tocó tierra alrededor de las 23:00 horas del lunes con vientos de hasta 140 km/h, lamentó la muerte de “al menos una persona” aunque destacó que “el daño no fue tan grave como podría haber sido”.

“Hubo muchos árboles que cayeron, inundaciones debido al aumento del mar, especialmente en el sureste de Carolina del Norte, automóviles flotando” en algunos lugares, detalló el gobernador Roy Cooper, entrevistado el martes por la mañana en ABC. “Hemos tenido varios tornados”, dijo.

Tres horas después de tocar tierra, durante la madrugada del martes, Isaías perdió fuerza hasta convertirse en tormenta tropical. Hacia la noche debería perder intensidad al tiempo que se aproxima a Canadá, informó el NHC.

Cortes de electricidad, lluvias “torrenciales”

Cerca de 370.000 personas sufrieron cortes de electricidad el martes por la mañana en Carolina del Norte, según la agencia estatal de manejo de emergencias.

Las compañías eléctricas han recomendado que las personas en hogares inundados apaguen el suministro energético para evitar ser electrocutados.

También unas 300.000 personas están sin electricidad en el estado de Virginia, según el sitio poweroutage.us.

Los servicios meteorológicos emitieron asimismo advertencias de tornados para el sur de Pensilvania, Nueva Jersey, el sureste del estado de Nueva York y el sur de Connecticut hasta esta tarde.

“El riesgo de tornados avanzará en dirección norte a lo largo de la costa atlántica”, advirtió el NHC el martes por la mañana.

Vientos fuertes y lluvias “torrenciales” pueden causar también inundaciones en Nueva York, según la agencia de gestión de emergencias de la ciudad. Las autoridades instalaron diques de protección en el sur de Manhattan por si ocurre un aumento del nivel de las aguas.

La gobernación de Nueva York llamó a los ciudadanos a “evitar todo desplazamiento no esencial” y los servicios de ferry fueron suspendidos.

El gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, declaró el estado de emergencia y pidió también a sus conciudadanos que no se aventuraran en las carreteras.

… y el coronavirus

Los habitantes de los estados de la costa sureste de Estados Unidos están acostumbrados, casi todos los veranos boreales, al paso de las tormentas. Este año, sin embargo, los preparativos para la llegada de Isaías se complicaron por los imperativos relacionados al coronavirus.

Las dos Carolinas han sufrido un rebrote de coronavirus mientras Estados Unidos pelea por contener la propagación de la epidemia.

El gobernador Cooper había recomendado que los residentes que recordaran usar una máscara protectora, desinfectante y mantener distancia física a pesar de la tormenta.

Cooper explicó el martes por la mañana que había que planificar un mayor número de refugios para permitir el distanciamiento social entre los evacuados y que para las tareas de emergencia fueron desplegados unos 150 soldados de la Guardia Nacional.

Isaías había sido degradado de huracán categoría 1 a tormenta tropical después de bordear Florida -uno de los epicentros de la pandemia de coronavirus-, sin causar mayores problemas, pero se fortaleció al acercarse a las Carolinas.

Algunos centros para exámenes de coronavirus, improvisados en tiendas, debieron cerrar la semana pasada en Florida al acercarse la tormenta, pero ya volvieron a abrir.

Las autoridades temían el efecto devastador del efecto acumulativo de la crisis sanitaria con el paso de la tormenta, pero el “Estado del Sol” se salvó en última instancia.

Ante la amenaza, el presidente Donald Trump anunció que había declarado estado de emergencia para Florida y las dos Carolinas con lo cual podía liberar fondos federales para atender la crisis.

Isaías pasó antes como huracán por el Caribe y dejó una mujer muerta en Puerto Rico. También provocó daños menores en República Dominicana y Bahamas.