El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, celebró la muerte del poderoso general iraní Qassem Soleimani, quien fue objeto de un ataque con drones en el aeropuerto internacional de Bagdad (Irak) ordenado por el mismo mandatario norteamericano.

Soleimani, de 62 años, era el jefe de la Fuerza al-Qods de los Guardianes de la Revolución, responsable de las operaciones exteriores de la república islámica.

“¡Irán nunca ganó una guerra, pero nunca perdió una negociación!”, expresó Trump a través de su cuenta de Twitter, horas después de publicar una bandera americana, tras confirmarse las noticias del ataque.

El mandatario defendió la decisión, argumentando que “el general Qassem Soleimani ha matado o herido gravemente a miles de estadounidenses a lo largo de un largo periodo de tiempo, y planificaba matar muchos más… ¡pero fue atrapado! Él era directa e indirectamente responsable por la muerte de millones de personas, incluyendo recientemente un gran número de manifestantes asesinados en Irán mismo”.

“Mientras que Irán nunca podrán admitirlo claramente, Soleimani era tanto odiado como temido dentro del país. No están tan entristecidos como sus líderes harán creer al mundo exterior. ¡Debió ser eliminado hace muchos años!”, sostuvo.

Más tarde, agregó que “los Estados Unidos han pagado a Irak miles de millones de dólares al año, por muchos años. Esto por encima de todo lo demás que hemos hecho por ellos. La gente de Irak no quiere ser dominada y controlada por Irán, pero a la larga, es su decisión. A lo largo de los últimos 15 años, Irán ha ganado más y más control sobre Irak, y los iraquíes no están felices con eso. ¡Nunca va a terminar bien!”

Una escalada de tensiones

Junto con el general Qasem Soleimani murieron otras 8 personas, incluyendo al principal hombre de Irán en Irak, tras el disparo de un dron que pulverizó dos vehículos en los que se encontraban.

El Pentágono confirmó que el presidente Donald Trump había dado la orden de “matar” a Soleimani después del ataque de manifestantes proiraníes a la embajada estadounidense en Bagdad, el martes.

A media mañana, el barril de Brent subía un 4,5%, hasta 69,23 dólares, y el de WTI aumentaba 4,1%, hasta 63,71 dólares, ante el temor de los inversores de un conflicto en la región.

“Temen que Irán tome represalias por el asesinato de Soleimani”, dijo a la Agence France-Presse Thina Margrethe Saltvedt, una analista de Nordea Markets, y explicó que Teherán podría atacar “instalaciones petroleras o de infraestructuras de transporte”.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, pidió por su parte una “severa venganza” por la muerte de Soleimani.

Según Cailin Birch, una economista de The Economist Intelligence Unit, los mercados temen sobre todo “un conflicto más amplio”.

“La importancia deriva menos de la pérdida potencial de los suministros de petróleo iraní (…) que del riesgo de que se pueda desencadenar un conflicto más amplio que arrastre a Irak, Arabia Saudita y a otros”, dijo a la AFP.

“También existe un riesgo significativo de que Irán lance un ataque selectivo contra barcos estadounidenses en la región, lo que podría interrumpir los flujos de petróleo en el mar y hacer que los precios sigan aumentando”, añadió.

Los precios del petróleo se dispararon en septiembre tras los ataques contra dos instalaciones petroleras de Arabia Saudita que redujeron brevemente a la mitad su producción de crudo.

Trump acusó a Irán de ese ataque y de otros contra algunos petroleros que circulaban por el Golfo.

“El mercado recuerda muy bien el inesperado ataque con aviones no tripulados contra Saudi Aramco [la petrolera saudita] el pasado otoño”, señaló Saltvedt.

Sin embargo Birch descarta la idea de un conflicto generalizado.

“No esperamos un aumento de precios en un solo día, en términos porcentuales, como el 10% de septiembre de 2019, cuando se atacaron la infraestructuras petrolera sauditas”, apunta.

Pese a todo, la muerte de Soleimani supone un paso más en la escalada en las tensiones entre Estados Unidos e Irán.

“Aunque todavía creemos que es improbable una guerra abierta entre EEUU e Irán, esta muerte elimina la posibilidad de negociaciones entre ambos durante todo 2020”, según Birch.

Empleados estadounidenses en el sector petrolero iraquí abandonaron ese país, que desde hace meses vive además desgarrado por una revuelta popular contra el Estado y la clase política, acusada de corrupción.

Se trata de “la operación de decapitación más grande jamás llevada a cabo por Estados Unidos, más que las que mataron a Abu Bakr al Bagdadi u Osama bin Laden”, jefes del Estado Islámico (EI) y de Al Qaida respectivamente, según Phillip Smyth, un especialista estadounidense en grupos armados chiitas.