Estados Unidos anunció el martes que pedirá en la ONU el ingreso de ayuda humanitaria extranjera en Venezuela, al aumentar su apuesta diplomática para forzar la caída del gobierno “corrupto” e “incompetente” de Nicolás Maduro.

“Mientras los venezolanos eran baleados y golpeados y asesinados cuando intentaban ingresar alimentos y medicinas a su país, Maduro literalmente bailaba en Caracas”, dijo el representante estadounidense para Venezuela, Elliott Abrams, en una reunión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU convocada por Washington.

Abrams dijo que el gobierno de Maduro es “corrupto, fraudulento e incompetente” y pidió a los estados miembro de la ONU que lo presionen “para que salga del poder de manera pacífica”.

Sin evocar la posibilidad de una opción militar, informó a la prensa que Estados Unidos piensa someter a votación esta semana en el consejo un proyecto de resolución que exige “admitir la ayuda humanitaria en Venezuela”, aunque posiblemente sea vetado por Rusia y China, que apoyan a Maduro.

Las resoluciones del consejo, que son vinculantes, deben obtener nueve votos para ser aprobadas y ningún veto de los cinco miembros permanentes (Gran Bretaña, China, Francia, Rusia y Estados Unidos).

Maduro denuncia que la ayuda humanitaria extranjera representa el inicio de una intervención armada para derrocarlo, “pero está muy claro: solo el régimen de Maduro está usando la violencia” contra los venezolanos, afirmó Abrams.