Este lunes, la Casa Blanca devolvió su acreditación al periodista de la CNN, Jim Acosta, sancionado tras un enfrentamiento con Donald Trump y un “forcejeo” de micrófono, pero fijó nuevas reglas del juego para el desarrollo de las ruedas de prensa, según anunció su vocera, Sarah Sanders.

“Notificamos a Jim Acosta y CNN que su acreditación será restituida, y le notificamos ciertas reglas que se aplicarán desde ahora en las conferencias de prensa“, señaló.

Sostuvo que los periodistas sólo podrán plantear una pregunta a Trump antes de devolver el micrófono, salvo si el presidente o un integrante de su equipo autoriza una nueva demanda.

“No aceptar estas reglas equivaldrá a la revocación de la acreditación”, agregó la portavoz en un comunicado.

La cadena informativa anunció a continuación que renunciaba a su denuncia ante la justicia. En la mañana había interpuesto una acción urgente ante un juez, cuando parecía que la Casa Blanca se preparaba para quitarle nuevamente su acreditación a Acosta.

El reportero la había perdido tras un vehemente diálogo con Donald Trump durante una rueda de prensa ocurrida el 7 de noviembre, pero el juez federal Timothy Kelly ordenó el viernes a la Casa Blanca devolvérsela temporalmente.

El magistrado no se pronunció sobre el fondo del asunto, pero estimó que la presidencia no había respetado los procedimientos al no haber nunca advertido al periodista ni haberle dado oportunidad de defenderse.

“Enemigos del pueblo”

La Casa Blanca le entregó entonces una acreditación temporal a Acosta, pero la misma noche le advirtió por carta que pensaba retirarle definitivamente el permiso.

La carta decía que Acosta “violó los estándares básicos” de un evento informativo.

“Hizo una pregunta y el presidente se la contestó”, y luego volvió a preguntar, explicaba, y le advertía que le daba plazo hasta la noche del domingo para responder y que el lunes tomaría una decisión definitiva.

Los abogados de la CNN criticaron esa advertencia y denunciaron el caso ante la justicia, antes de retirarla en la tarde del lunes, tras la renuncia de la Casa Blanca a sancionar al reportero.

Este pulso simboliza el endurecimiento de las relaciones entre Trump y los medios estadounidenses, a los que el presidente denuncia habitualmente como creadores de “fake news” (falsas informaciones) e incluso de “enemigos del pueblo”.

Para la CNN el retiro de la acreditación a Acosta representaba una violación de la primera enmienda de la Constitución, que garantiza la libertad de prensa.

CNN fue respaldada por varios medios, incluida su competidora Fox News, entre cuyos editores hay partidarios de Trump.