Los padres de Remy Merrit entraron en pánico el pasado jueves, cuando la niña de 3 años se perdió en un maizal en el pueblo de Qulin en Missouri a las 20:30, hora local.
Rápidamente contactaron a las autoridades, quienes comenzaron una búsqueda que duró más de 12 horas, sin embargo no lograban encontrar rastros de la niña.
Eso fue, hasta que se percataron de un pequeño ladrido que no correspondía al de los perros del equipo de búsqueda.
“Uno de los perros de búsqueda ladró y escuchamos una ‘respuesta’ a la distancia de otro can. Lo seguimos y nos dimos cuenta que era Remy con su mascota, justo debajo de los maizales”, afirmó el sargento Clark Parrott de la fuerza policial local al medio estadounidense ABC News.
El perro, un Yorkshire Terrier llamado Fat Heath que ha sido parte de la familia desde hace años, se había quedado con la niña durante toda la noche, acompañándola y eventualmente liderando al equipo de búsqueda hacia ellos.
La pequeña, aunque asustada y deshidratada, se encontraba ilesa, así como también el perro. Según los policías, lo único que la niña quería era volver a casa.
La familia de Remy prefirió no entregar comentarios sobre la situación, pidiendo que se respete su privacidad luego del traumático evento, el que por suerte tuvo un final feliz.
