Los medios norcoreanos guardaron silencio este lunes sobre el cumpleaños del líder supremo, Kim Jong-un, quien supuestamente cumple este 8 de enero 40 ó 41 años -su edad exacta es una incógnita- en pleno repunte de las tensiones entre el Norte y el Sur de la península de Corea.

Los medios estatales del régimen, como la agencia de noticias KCNA o el diario Rodong, no hicieron mención alguna al aniversario, aunque sí reportaron que Kim Jong-un visitó el domingo una nueva granja de gallinas ponedoras en compañía de su “querida hija”.

Se cree que el líder norcoreano nació el 8 de enero de 1983 o 1984, aunque el régimen parece apuntar a que nació en 1982, ya que eso habría supuesto que cuando subió al poder en 2011 habría cumplido ya los 30, un cota simbólica pensada para infundir más respeto tanto dentro como fuera del país.

De su hija se sabe aún menos, ya que además de desconocerse su edad exacta -se cree que tendría en torno a 11 años- tampoco se sabe a ciencia cierta si es correcto el nombre (Ju-ae) que en su momento escuchó el basquetbolista Dennis Rodman cuando conoció a la niña, entonces un bebé, en una de sus visitas al hermético país.

El interés en torno a la hija de Kim ha ido en aumento a medida que la niña, quien hizo su primera aparición pública en noviembre de 2022, ha estado presente en un número creciente de eventos, especialmente los de tipo militar, disparando las especulaciones sobre la posibilidad de que sea la elegida para heredar el control del país cuando fallezca su padre.

El caso es que, pese a los esfuerzos del régimen de reforzar la imagen y autoridad de Kim Jong-un, el 8 de enero sigue siendo de momento un día laboral normal en Corea del Norte, al contrario de los aniversarios de su padre y su abuelo.

La efeméride llega en este caso después de tres días consecutivos de maniobras del ejército norcoreano con fuego real cerca de la divisoria marítima con el Sur, unos ejercicios que también tuvieron respuesta militar de Seúl y que han marcado otro peak de inestabilidad en la península.

Pionyang realizó sus disparos de artillería hacia aguas al norte de la isla surcoreana de Yeonpyeong, que aunque no llegaron a traspasar la disputada frontera marítima entre los dos países, llevaron a las autoridades surcoreanas a evacuar a residentes locales y a responder con sus propios simulacros con fuego real el viernes, día en que comenzaron las maniobras del Norte.

Este nuevo episodio subraya el panorama de mayor confrontación que se abre en la región después de que el régimen norteño anunciara en noviembre que suspendía el cumplimiento de un acuerdo militar bilateral de 2018 que, entre otras cosas, prohibía realizar ejercicios con fuego real.

La última celebración fue en 2014

Aunque fallecieron en 2011 y 1994, respectivamente, el hermético país sigue celebrando por todo lo alto los aniversarios del nacimiento del padre de su actual líder, Kim Jong-il, y de su abuelo y fundador del país, Kim Il-sung, pero no hace lo mismo en el caso de Kim Jong-un, que ya lleva más de una década en el poder y cuya figura ha sido continuamente elogiada en el ámbito doméstico.

Muchos analistas pensaron en un momento dado que el régimen convertiría pronto el 8 de enero en otra gran festividad nacional como lo son el cumpleaños de su abuelo (el “Día del sol”) y de su progenitor (el “Día de la estrella brillante”), sobre todo después de que en 2014 -posiblemente por tratarse del 30 cumpleaños- se celebrara un acto que sí congregó a la élite del régimen en Piongyang.

Aquel año un grupo de jugadores de baloncesto estadounidenses liderados por el mencionado Dennis Rodman viajaron a Corea del Norte para disputar partidos de exhibición con jugadores locales para deleite de Kim Jong-un, gran seguidor de este deporte y que presidió el evento desde la tribuna.

Rodman incluso dejó una imagen para la posteridad al cantarle, micrófono en mano, el “Cumpleaños feliz” al dictador norcoreano.