Este jueves se vivieron horas de histeria masiva en Pekín, después de que corriesen rumores de un posible confinamiento de la capital de China. Muchas personas se agolparon en los mercados y tiendas para abastecer sus hogares, ofreciendo nuevamente escenas de compras del pánico.
Los distritos de Shunyi, Fanshang y el sur de Chaoyang, en el centro de Pekín, llevan días con cierres continuos de comunidades. La suspensión del servicio de transporte público y de taxi a las zonas más afectadas de la capital aumentó la ansiedad, a lo que se sumaron los rumores sobre la suspensión del servicio de repartidores a domicilio.
Durante horas, a falta de información oficial, los pekineses se dejaron llevar por el miedo, confiando en los rumores y los comentarios de las redes sociales que alertaban de un cierre al “estilo Shanghái”.
Ya durante la tarde de ayer, en la conferencia rutinaria, las autoridades salieron a desmentir los mismos para determinar lo que llamaron como “confinamiento suave” en sus 12 distritos del centro de la ciudad.
Se urgía a los ciudadanos a trabajar desde casa y no salir de sus hogares durante el fin de semana, aunque no tienen prohibido salir a la calle. Aseguraron el permanente reabastecimiento de la ciudad y refutaron la suspensión del servicio de reparto de comida a domicilio.
Esta mañana, Pekín respira con mayor normalidad. De momento, se salva de un confinamiento estricto, aunque permanece la incertidumbre de hacia dónde dirige esta política de “cero covid dinámico” que el gobierno insiste en defender, a pesar de las críticas locales e internacionales por su insostenibilidad.
Una mujer, en la mira de las autoridades
Una mujer está en el punto de mira de las autoridades tras haber difundido “rumores” sobre un supuesto confinamiento en Pekín, debido a los casos de coronavirus, lo que provocó que miles de personas acudieran en pánico a los supermercados, anunció este viernes la policía china.
Pekín vive desde hace semanas un resurgimiento del coronavirus y registra entre 40 y 80 nuevos casos diarios.
Los restaurantes y cafés no reciben clientes y la mayoría de comercios, cines y gimnasios están cerrados, pero la inmensa mayoría de los 22 millones de habitantes de la capital china pueden salir de sus casas, exceptuando algunos vecindarios confinados.
Los mensajes difundidos el jueves por las redes sociales aseguraban que las autoridades iban a decretar un confinamiento de manera inminente.
El rumor generó una afluencia fuera de lo común de personas en los supermercados, en búsqueda de alimentos y productos de primera necesidad.
“El mensaje fue difundido de forma masiva en las redes sociales lo que perturbó gravemente el orden público y tuvo efectos nefastos”, dijo la policía de Pekín el viernes en la plataforma Weibo.
La mujer de 38 años sospechosa de haber lanzado esta alerta “es objeto de medidas penales coercitivas”, dijeron las fuerzas del orden sin dar más detalles.
Estas medidas pueden incluir la detención, el arresto domiciliario o la libertad condicional a la espera de juicio.
Este viernes, el ministerio de Salud anunció 50 nuevos casos de covid.
En Shanghái (al este) ciudad especialmente afectada por este rebrote de covid-19 y donde la mayoría de sus 25 millones de habitantes están confinados desde inicios de abril, los casos de coronavirus están disminuyendo.
El viernes se anunciaron 2.100 nuevos positivos, frente a los 25.000 diarios de finales del mes pasado.