Yoshihide Suga, de 71 años, nuevo jefe del Partido Liberal Demócrata (PLD), que gobierna en Japón, fue elegido el miércoles primer ministro por el Parlamento, en sustitución de Shinzo Abe, quien dimitió por razones de salud

Cuarenta y ocho horas después de su elección triunfal al frente del PLD, Suga obtuvo 314 votos a favor sobre 462 sufragios válidos en la cámara baja del parlamento, donde el PLD y su aliado de coalición, el partido Komeito, cuentan con una cómoda mayoría.

Poco después, la cámara alta del Parlamento aprobó también la elección de Suga, que era secretario general y vocero del gobierno desde la vuelta al poder de Shinzo Abe a finales de 2012.

Hijo de un agricultor, con una trayectoria atípica, ha asesorado fielmente a Abe durante muchos años, coordinando la política entre los ministerios y las numerosas agencias del Estado.

Conoce todos los recovecos de la poderosa burocracia japonesa, pero no tiene la altura internacional de Shinzo Abe.

El primer ministro saliente, de 65 años, batió récords de longevidad en el cargo pero a finales de agosto decidió dimitir a causa de una enfermedad del intestino que fue una de las causas de la brevedad de su primer paso por el poder (2006-2007).

Estabilidad

Suga se comprometió a seguir la senda de su predecesor, prometiendo de este modo una cierta estabilidad a los barones del PLD, que le dieron su apoyo durante la elección interna del partido del pasado lunes.

La composición de su nuevo Ejecutivo, que se espera que sea anunciado el miércoles tras la votación del Parlamento, no debería reservar grandes sorpresas.

Se espera que las figuras claves del precedente equipo de gobierno conserven su puesto, como el veterano Taro Aso (Finanzas) y Toshimitsu Motegi (Relaciones Exteriores), según los medios nacionales.

En Defensa, Taro Kono podría ser sustituido por Nobuo Kishi, un hermano de Shinzo Abe que, sin embargo, tiene el apellido de su abuelo materno, que fue primer ministro de Japón a finales de los años 1950.

Taro Kono heredaría la cartera de Reforma Administrativa, considerada por Suga como una prioridad.

Por otro lado, el puesto que dejaría vacante Suga de secretario general del gobierno podría ocuparlo el ministro de Salud saliente, Katsunobu Kato.

Entre los frentes con los que tendrá que lidiar el futuro gobierno Suga figuran la crisis del coronavirus, la recesión económica, la delicada cuestión de si se celebran o no los Juegos Olímpicos de Tokio -aplazados al verano de 2021- y las repercusiones de las tensiones internacionales, sobre todo entre Washington y Pekín.

Suga está visto más como un líder pragmático que dogmático. Los observadores esperan que continúe con la política económica de Shinzo Abe, caracterizada por una política monetaria ultraflexible y estímulos fiscales masivos, además de la aceleración de reformas estructurales.

Algunos responsables del PLD se mostraron favorables a la celebración de elecciones legislativas anticipadas, con el fin de consolidar la legitimidad de Suga y prolongar la duración de su mandato más allá del plazo inicialmente previsto para Abe, en otoño de 2021.

Pero, de momento, Suga consideró que esas elecciones no son una prioridad, alegando además que su convocatoria podría ser complicada, habida cuenta de que la pandemia de coronavirus no está controlada.